Sí logramos que los políticos, los medios de comunicación y todos los expertos que pululan por el universo entren a discutir sobre el punto 3 de la famosa propuesta de modificación del artículo 135, en el que se establece la prioridad absoluta del pago de la deuda sobre todo lo demás, nos encontraremos seguro con el argumento de que esto viene de la adopción del sistema americano, donde tienen establecido tanto el techo de gasto como la prioridad absoluta del pago por ley.
Obviando incluso que a los Estados Unidos, tal modelo parece no irles bien, hasta el punto de que recientemente desde los mercados y desde las agencias calificadoras les han pedido que deroguen esta ley, (lo que difícilmente nos servirá para defender la conveniencia de este modelo), tenemos que tener en cuenta que existen diferencias sustantivas entre la situación de España y de Estados Unidos que han de ser tenidas en cuenta para evaluar tal modificación.
Para ello tenemos que tener en cuenta siempre que tenemos dos aspectos diferentes: el primero es el relativo al techo de gasto, (lo que se está discutiendo) y por otro lado el relativo al pago, (de lo que no estamos hablando).
Para entender lo que puede ocurrir con el techo de gasto, no tenemos más que recordar lo que Estados Unidos anunciaba en abril:
“Según afirmó hoy un alto funcionario que habló bajo la condición del anonimato, la paralización administrativa afectaría a cerca de 800.000 funcionarios federales, obligaría a cerrar los parques nacionales y detendría el proceso de devolución de impuestos por parte de la Hacienda estadounidense (Inland Revenue Service, IRS).
Sí se mantendrían en funcionamiento aquellas actividades de la Administración imprescindibles para "garantizar la protección de la vida y de la propiedad", es decir, las Fuerzas Armadas y los cuerpos de Policía. También continuarían su funcionamiento habitual aquellos organismos, actividades o puestos que reciban sus fondos de asignaciones aprobadas para varios años.
Pero, según indicó el alto funcionario, incluso el personal cuyo trabajo se perciba como imprescindible para la seguridad, como en el caso de los militares, verá interrumpido el pago de sus salarios aunque siga trabajando. "Como no tendremos fondos adjudicados para pagarles, aunque sigan generando un sueldo no lo cobrarán" por el momento, explicó el alto funcionario”
Lo que por cierto es algo que no ocurría desde los 90, (que por tanto no es una hipótesis de futuro).
Respecto a Alemania, que es el otro país que ha introducido una regla de gasto en 2009, pues debemos tener en cuenta que no ha tenido ocasión de enfrentarse a esta cuestión porque aún no ha entrado en vigor, pero entendamos que en los últimos 20 años no la hubiese podido cumplir ni un solo año.
En ambos casos, tenemos que tener en cuenta que solo hablamos de la regla de gasto y por tanto de la decisión propia de gastar o no. Y curiosamente en ambos casos, estamos teniendo en cuenta que ambos países si tienen soberanía. Es decir; Estados Unidos no tiene problema alguno para ampliar su techo de gasto en caso de necesidad, y Alemania tampoco, porque a pesar de que pertenezca a la unión europea, en su constitución no aparece la condición referenciada a la Unión Europea, y por supuesto, tiene un poder casi absoluto dentro de esta, (como ha quedado demostrado).
En consecuencia, estos países tienen una regla, que en el mejor de los casos no se cumple, porque PUEDEN incumplirla. Tan sólo guerras políticas internas evitarían la curiosa situación de ampliar este límite cuando se alcance. Por otra parte no deja de ser curioso que estos países pongan una norma, que en el caso de Estados Unidos se deja sin efecto cada vez que entra en vigor. ¿Enviamos algo a la constitución con la intención de que esté ahí para modificarlo cuando tenga sentido?.
Pero en el caso de España se vincula a la Unión Europea, y en consecuencia, al perder la soberanía, la situación es diferente. Por tanto, aunque nos inspiremos en estos países, las condiciones son muy distintas y lo que en estos países no es bueno, (ni tan siquiera los mercados lo quieren), para nosotros es mucho peor. Alguien puede alegar la pretendida flexibilidad, en base a que luego haremos lo que queramos, pero la realidad manda y nos cuenta que en realidad los que hacen lo que queramos son precisamente Alemania y USA, pero que nosotros hacemos lo que ellos digan.
En todo caso, debemos tener en cuenta que antes de llegar al 2020, y con carácter inmediato hemos introducido la prioridad del pago, debemos recordar que Alemania no ha introducido tal bomba, y en cambio Estados Unidos si lo tiene recogidos en leyes. Recordemos que a diferencia del techo de gasto, que obligaría a recortes para su cumplimiento, en este caso obligaría a no pagar un euro a nadie en un contexto de mercado cerrado. En este caso, la situación también sería sustancialmente distinta por dos motivos fundamentales, (recordemos que esta situación se generaría cuando hablamos de disponer de fondos para pagar o no).
Estados Unidos tiene política monetaria propia, en consecuencia, puede imprimir dinero. Esto significa, que con mayor o menor coste, el problema de “liquidez” en Estados Unidos no existe, ni existirá nunca, ya que si no consigue dinero, lo imprime. El caso de Alemania es un caso intermedio, ya que si bien nominalmente no puede imprimir dinero, mantiene el poder del Banco Central Europeo. No obstante, Alemania no ha puesto en su constitución la prioridad de pago absoluta.
Pero es que además en estos dos países ocurre una cosa curiosa. En ambos casos, cuanto más problemas existan, (y una situación de problemas en los mercados sería algo muy grave), son considerados activos refugios, (precisamente por tener soberanía y control de la política monetaria), y en consecuencia, ¡mayor dinero a su disposición tienen!. De hecho se ha visto con la bajada de rating de USA que ha supuesto que tiene que pagar menos intereses, porque los problemas le vienen bien a su deuda pública.
Por tanto estando en una situación en la que a mayores problemas, mayor disposición de fondos, estamos ante una situación muy distinta a la que nos encontramos nosotros. ¡Por que en el resto de los países, la relación es la contraria!.
Ante los problemas (sean los que sean), el dinero sale de determinados países y se va hacía aquellos que en el peor de los casos tendrán impresora. Por tanto en los problemas la posibilidad de que España no pueda pagar es muy superior.
Por tanto, es mucho más probable que la prioridad absoluta de pago entre en juego en España que en estos dos países, (y es mucha), y sobre todo inminentemente.