En agosto trataba de explicar la diferencia entre Euribor y Swaps de Eonia, la evolución que estaban teniendo, y la similitud con la situación generada en 2008. Recordemos que al final el SWAP de EONIA es el tipo real del interbancario a la fecha de los swap, por lo que es desde luego el indicador que tenemos que mirar para detectar que es lo que están anticipando los bancos, respecto a lo que va a hacer Trichet.
Ya en agosto se comprobaba perfectamente cómo se avecinaba una importante bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo. Desde luego hoy la realidad es que la gráfica es aún más impactante y no queda ninguna duda de que el Banco Central Europeo va a bajar tipos a una velocidad endiablada; por supuesto la duda es cuando.
Por supuesto la duda es cuando por que en realidad el Banco Central Europeo está en la tesitura de todas sus reuniones. Está claro que la bajada de tipos es absolutamente necesaria, porque todo lo que aligere el peso de los países y bancos, que están en notorios y más que evidentes problemas es como agua de mayo. Si no baja los tipos o los baja muy poco se encontrará con la situación de que los países tendrán problemas graves, (como ocurrió en mayo cuando rectificó el discurso light).
Pero por otro lado una bajada de tipos mayor que la esperada desencadena las expectativas de bajada del euro, como ocurrió en la reunión de mayo que relajó las expectativas de subidas de tipos, (la que al final rectificó).
Tanto la bajada de tipos, como la inminente necesidad de realizar inyecciones monetarias salvajes, como la situación de los distintos países, (y el mensaje de una bajada importante de tipos), conducen a la misma situación.
En este caso, tenemos que tener claro que pase lo que pase, lo que está bastante claro es que (salvo trampa o conejo de la chistera que le permita aguantar un par de meses más y traspasarle el marrón a su sucesor), se esperará que el euro pierda valor. En consecuencia, todos aquellos inversores trasladarán sus inversiones a aquellas zonas en las que se espera que suba el valor y además sirvan de refugio.
Es en este sentido en el que el Banco Central de Suiza, se comprometió (oficialmente por su cuenta) firmemente a anclarse al euro, y no dejar que suba inyectando lo que haga falta, y comprando euros, pero lo cierto es que el efecto no ha durado demasiado con el resto de las monedas y tendremos que entender que no es más que un mal parche, entre otras cosas porque el Banco Central de Suiza lleva ya una temporadita intentando frenar el avance del Franco Suizo por estas razones.
La salida de inversiones desde la zona euro, evidentemente tiene efectos sobre los activos denominados en euros y sobre todos en aquellos considerados en riesgo. ¿invertiría alguien en una moneda que va a caer y en un activo que está en caída libre, sin que parezca a la vista que exista ningún catalizador?.
Realmente estaríamos en la fase de reversión del carry trade, (explicado en tres post el año pasado, cuando estábamos en una situación parecida antes de los rescates de los países).
Los efectos sobre los mercados de deuda de la zona euro, al igual que sobre la financiación de las entidades financieras y sobre los mercados financieros serán por tanto devastadores.
En fin, el caso es que el Banco Central Europeo tiene ahora el marrón de que haga lo que haga, puede tumbarlo todo, mientras que si no hace nada, lo más probable es que lo tumbe todo. Por tanto cualquier apuesta sobre lo que puede hacer es pura apuesta, aunque ya que está clavando punto a punto su actuación de 2008, lo normal es que no haga absolutamente nada hasta la semana que viene.
¿Qué significa esto sobre los países?. Pues significaría que se van a ir secando los mercados, en una situación similar a la del 2008, por lo que con la situación de bancos en problemas e inversiones retirándose a valores seguros.
En esta situación nuestro gobierno, no hace otra cosa que clamar en el cielo, echarle la culpa de la situación al FMI que anuncia la recesión inminente, (¡que vista tienen!), y decir que todo es problema de confianza, porque parece que es lo único que pueden hacer.
Sin embargo, no es un problema de confianza, sino que es un puro problema de ley de la gravedad. Y en este punto no se le ocurre mejor idea que la reforma de la constitución, que es exactamente una bomba, en un entorno lleno de la gasolina de las obligaciones de los países de cubrir las pérdidas de unos bancos que nadie sabe cuánto son, (porque son demasiado grandes como para ser admitidas) y unos países que afrontan toda una serie de avales que en principio parecían gratis y que finalmente debemos entender que realmente son rescates que aún no hemos pagado.