En Teoría de Juegos se conoce como "movimientos estratégicos" los compromisos, amenazas, fintas que, si son creíbles, permiten a uno de los jugadores, al actor A, hacer que el actor rival, el B, elija la opción que más favorable resulta a sus intereses.
El interés claro del actor A, el Partido Socialista de Pedro Sánchez, es gobernar en solitario. Pero tal cosa le es de difícil -por no decir imposible- de conseguir de forma directa. Si no saliese esa opción de gobierno en solitario, como es lo seguro, la única alternativa viable sería la de unas terceras elecciones, adónde Pedro Sánchez iría con el "handicap" del sanbenito de prepotente, incapaz de negociar, etc.
Un movimiento estratégico de tipo "finta" consistiría, para el PSOE, en no buscar de modo directo su primer interés, sino conseguirlo de forma indirecta, surgiendo de modo "espontáneo" como consecuencia de los movimientos de los demás actores (el "actor" B).
Pues bien, en mi opinión, el PSOE puede conseguir su primer objetivo, que es acercarse a un gobierno en solitario, no persiguiendo directamente su primer o prioritario interés, sino renunciando a él y persiguiendo un objetivo -para él- no deseable y asegurándose de que esta estrategia FRACASE: o sea, proponer el gobernar con PODEMOS. Que nunca, nunca le ha parecido una alternativa deseable en lo más mínimo. Y plantearla de tal forma que esta estrategia nunca se materialice en la realidad.
Veamos, la estrategia de aceptar el gobernar con PODEMOS, de un plumazo, le quita a Pedro Sánchez el sanbenito de prepotente no negociador, con lo que cualquier acusación hacia él de ese tenor se desvanece, y con ella, la culpabilidad de -si no hay gobierno y se llega a unas terceras elecciones- él sea el culpable.
Ahora bien, y sigamos razonando estratégicamente, se tiene que, dados los resultados de las segundas elecciones, resulta evidente que, con un gobierno de coalición entre PSOE y PODEMOS como programa, Pedro Sánchez carece de la más mínima oportunidad de ser investido en el Congreso de los Diputados, no ya en primera votación, sino en segunda pues el hecho de que esté en el gobierno PODEMOS llevaría a CIUDADANOS, Coalición Canaria y Teruel Existe a votar en contra junto a PP , VOX, Junts per Catalunya, CUP, y Esquerra Republicana y Navarra Suma. Y ya veríamos si el PNV y PRC mantendrían su apoyo si la cartera de Trabajo o la de Hacienda se la quedase PODEMOS en un futuro gobierno.
En suma, que un gobierno de coalición PSOE-PODEMOS no tiene ahora la menor oportunidad de salir para adelante, que es lo que el PSOE quiere, con lo que sólo quedarían dos alternativas. Que el PSOE se presentase sólo a la investidura o ir a terceras elecciones. En cualquiera de estas opciones, el PSOE habría, con el movimiento estratégico del día de hoy, ir con una clara ventaja estratégica, pues ni se le podría acusar de inflexible ni de provocar unas nuevas elecciones.
Para acabar repitiendo lo dicho. Desde el punto de vista de la Teoría de Juegos, el objetivo intermedio del PSOE pasa porque su opción, ser investido con un programa de coalición con PODEMOS no sea aceptada en el Congreso, o sea, que el éxito de la estrategia del PSOE pasa porque su propuesta de gobierno de coalición con PODEMOS fracase. Cosa que, por lo que veo no les cabe en la cabeza a tertulianos, periodistas y "cabezas" de los partidos de la derecha. En suma, que el movimiento estratégico del PSOE es perfecto desde el punto de vista de la Teoría de Juegos, y es viable ahora, no antes, ahora en estos tiempos, en que. tras las elecciones. no sólo PSOE y PODEMOS han perdido escaños, sino también Esquerra Republicana ( lo que la obliga a radicalizarse y votar no en la investidura so pena de a aparecer como blandita ante la Cup y Junts con los costes electorales que ello le supondría en las futuras elecciones en Cataluña). Un "chapeau" a quienes en la Moncloa dirigen el comportamiento estratégico del gobierno. Por fin hacen algo teóricamente sensato, independientemente de la adscripción política que se tenga.