Estos activos financieros se presentan con grandes rentabilidades, en torno al 5%, y con una mínima inversión a partir de 1.000 euros, con unos plazos de permanencia que varían entre 1 y 5 años, pero que a la vez conllevan ciertos riesgos de impago en sus emisiones.
Hay una cosa muy clara para este año 2014, y es que el mercado de bonos no serán muy atractivo para los inversores, según anuncian los principales analistas financieros.
Con rentabilidades muy bajas que seguramente no cumplan las expectativas de los pequeños ahorradores será muy difícil que sean suscritos. Pero siempre hay una excepción, que en este caso parte de los bonos autonómicos (también llamados “patrióticos”) que son activos de renta fija emitidos por las comunidades autónomas de España.
Su rentabilidad es mayor desde el primer momento, que la pagarán en su totalidad a su vencimiento, o de forma fraccionada todos los trimestres o años, pero con el riesgo latente de la falta de solvencia de las comunidades que los emiten y, que puede desencadenar situaciones de impago en sus emisiones.
Proporcionan una rentabilidad máxima del 5,50%, inimaginable en otros productos de renta de fija, como en el caso de los depósitos bancarios a plazo que se mueven en una horquilla que va del 1% al 3%, o de la deuda pública nacional, que reporta unos intereses que no van más allá del 2%. Pero su garantía es menor ya que dependen de entidades regionales, algunas de ellas con graves problemas de financiación, que hacen que el interés se dispare hasta estos porcentajes tan del gusto de los clientes bancarios.
Por otro lado, son productos que implican un plazo de permanencia mayor que en otros diseños financieros, excesivos en algunos casos, que necesitan de hasta 5 años como máximo para recuperar el capital invertido.
La inversión mínima, por el contrario, es uno de sus grandes atractivos para los ahorradores ya que pueden suscribirlos desde únicamente 1.000 euros.
Otra de sus aportaciones más sugerentes es que no conlleva ningún gasto por mantenimiento o administración, ni genera comisiones.
Y por lo que respecta en donde se pueden contratar estos activos financieros tampoco hay demasiados problemas ya que un buen número de entidades bancarias se encargan de comercializarlos entre sus clientes, y a lo que se ha sumado en los últimos meses la aparición de empresas financieras especializadas en el mercado de bonos que se encargan de ofrecerlos a los particulares.
Pero, aunque en un principio parezca un producto muy sugerente para sus futuros compradores, también genera ciertas dudas, especialmente las que tienen que ver con sus posibles riesgos.
Uno de ellos es su baja liquidez en los mercados. Y otro, y mucho más importante por su repercusión sobre los presupuestos familiares, es el que se deriva sobre la hipótesis de si una comunidad autónoma no dispusiese en esos momentos del dinero necesario para devolver el capital y los intereses anunciados en caso de quiebra económica.
En este supuesto no sería de extrañar que se generase una situación de impagos y el suscriptor no pudiese recuperar sus ahorros.
Este es uno de los principales motivos que incide en que los bonos autonómicos dispongan de una rentabilidad tan generosa y que se resume en la ecuación “a mayores riesgos más rentabilidad”.
No de menor importancia es la falta de respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos, y que desvincula a este producto de los objetivos de los inversores más conservadores, al no darles seguridad en los casos de impagos.
Pero que en cualquier caso, se trata de una opción más que tienen los particulares para rentabilizar sus ahorros, y por tanto digna de considerarse, tanto en sus componentes positivos como negativos. La última palabra, en definitiva, la tendrá el ahorrador.
Bonos Autonómicos: Las Principales Ventajas
Como cualquier producto financiero, los Bonos Autonómicos tienen una serie de Ventajas que se deben tener en cuenta:
- Generan una mayor rentabilidad que otros productos de renta fija, oscilando en una franja que va desde el 3,65% al 5,50% como máximo.
- Son muy asequibles para la mayoría de economías domésticas ya que pueden suscribirse desde 1.000 euros y, sin ningún tipo de comisiones o gastos de mantenimiento.
- Se puede elegir bonos de casi todas las comunidades autónomas (Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia…), ateniéndose a sus índices de solvencia y calificación crediticia.
- Son productos muy fáciles de asimilar en cuanto a su estructura y composición, que no requieren de especiales conocimientos por parte de sus demandantes.
- Es una de las opciones más agresivas para obtener una mejor remuneración por nuestros ahorros, sin verse afectados por las fluctuaciones del mercado.
- Están comercializados por la mayoría de entidades financieras y basta con ir a una de sus sucursales para contratarlo, incluso su formalización puede realizarse online.
Bonos Autonómicos: Los Principales Inconvenientes
- Conllevan un mayor riesgo para los ahorradores en función de la salud económica de la comunidad autónoma emisora de los bonos y con una mayor dificultad para venderlos en el mercado secundario si se opta por venderlos anticipadamente.
- Sus plazos de permanencia son más amplios que otros productos de renta fija, no bajando en ninguno de los casos de los 12 meses, aunque en algunas de las propuestas se alarga hasta los 5 años.
- No están vigentes durante todo el año, y por tanto habrá que esperar a que aparezca una nueva emisión para contratarlos.
- Generalmente les son otorgados ratings y calificación crediticia muy bajos, lo que les añade mayor riesgo, y que incluso se eleva cuando las agencias de “rating” rebajan la calificación a las comunidades emisoras de estos bonos.
- Algunos de estos activos financieros, los menos, no están dirigidos al mercado minorista y solamente lo pueden contratar los inversores institucionales.
- Generan una mayor inseguridad al no contar con el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos, como ocurre por otra parte con las imposiciones bancarias.