A pesar del proceso de degradación política y moral en el que estamos inmersos, motivados por una corrupción rampante, la enorme lejanía entre los políticos y la ciudadanía, el desprestigio de la clase política (y también de los sindicatos, los bancos y algunos empresarios) y la mala opinión que tiene la gente de ellos, el cainismo como forma de hacer política y periodismo, así como un desempleo y un endeudamiento elevadísimos y unas malas perspectivas económicas, seguimos destacando en bastantes sectores:
Gastronomía, Turismo (gracias a un clima y unas playas excelentes, además de un gran patrimonio cultural), Infraestructuras y compañías de infraestructuras, Deportes (sobretodo fútbol), Turismo, Moda (no de lujo), Educación superior (en especial escuelas de negocios), Calidad de vida (Barcelona y Madrid figuran entre las mejores ciudades para vivir, y muchísimos jubilados europeos vienen a jubilarse aquí), Tecnología del agua, Tratamiento de de aguas y residuos, Pesca, Azulejos y pavimentos cerámicos, Energías renovables, Sistemas de navegación, Componentes de automoción, entre otros.