Una de las frases que se escuchan con frecuencia en este mundo de las inversiones es el "si no vendo, no pierdo", al referirse a las acciones que fueron compradas a un precio superior al que cotizan actualmente. En esta trampa caen muchos aficionados a las inversiones e incluso algunos profesionales.
La única razón para mantener una acción en cartera es porque se piensa que está infravalorada y que el rendimiento que nos otorgará en el futuro (ya sea via dividendos o apreciación del valor) es satisfactorio. Mantener una acción en cartera "a ver si se recupera" es de las peores decisiones que se pueden tomar en el mundo de la inversión.
Un ejemplo: En este mismo blog contaba la compra de "The Game Group", expuse entonces las razones de mi compra y esperaba que atacaran mi decisión (como cuando solía trabajar en un Asset Manager internacional). Pues bien, mantuve esa acción en cartera a pesar de las caídas porque mi análisis me indicaba que su potencial valor era muy superior al precio que cotizaba en su momento. Sin embargo, a finales del 2011 decidí salirme de la acción (muy por debajo del precio de compra), porque la evolución que llevaba la empresa fue mucho peor de la que me había planteado en mis supuestos cuando hice la compra, y su situación en ese momento me indicaba que probablemente tendrían problemas de liquidez (y posible quiebra). No hay mejor razón para vender que darte cuenta que la empresa que tienes en cartera tiene un porcentaje de quiebra con el que no te sientes cómodo, como ese era el caso vendí mis acciones en esa compañía. Pocos meses después ciertamente The Game Group entraba en quiebra.
Siempre es mejor perder el 20, 30, 50, o 90% de una inversión que perder el 100% de una inversión, SIEMPRE.
Cuando un valor caiga del precio al que compraste es saludable replantearte la inversión, estudiar que los supuestos sobre los que compraste la compañía se mantienen, que la evolución de sus fundamentos han sido los que se esperaba, o por si al contrario sus números son peores de los que tenías en tus proyecciones o hay algún error en tus supuestos de inversión. Si las bases de la inversión siguen intactas podría ser un buen momento para aumentar tu posición en esa acción, si por el contrario alguna de las bases se resquebraja, es hora de vender tus acciones. Recuerda algo: NO ESTÁS PERDIENDO DINERO EN LA VENTA, el dinero ya lo habías perdido cuando la acción que compraste a "X" pasó a cotizar "X-Y", que siempre será mejor que quedarte con la acción hasta que valga "X-X".