Esta pasada semana anduve fuera de mi "roqueta". Me atreví a desafiar a los dioses y volé con Spanair hasta Madrid donde tenía lugar una Jornada de trabajo del LLOYD'S en el marco de la Semana del Seguro.
Se puede ser corredor de seguros y operar con empresas españolas de cierto fulgor mediático, se pueden analizar las cuentas de resultados y esperar en ellas un cierto vislumbre de expectativas de seguridad y de continuidad que permitan confiarles riesgos de los clientes, a quienes nos debemos. Podemos entablar con las direcciones técnicas y actuariales sesudos análisis de coberturas intentando arribar a aquello que realmente precisa nuestro cliente para estar seguro.
Pero, amigos, la realidad es que el Lloyd's sigue andando varios pasos por delante de todo eso que llamamos nuestro mercado interior. Estos señores saben hacer las cosas.
Es asombroso ver cómo se las componen para calcular su capacidad y afrontar los riesgos que tienen por delante con un márgen de error máximo permitido del 0,5%. Su ICA (Evaluación Individual de Capital, en inglés) les obliga, Sindicato a Sindicato a elaborar una estima de los riesgos comerciales subyacentes con un nivel de confianza del 99,5%. Dicho nivel se traslada a la ICA del propio Lloyd's, como suma de aquellas de sus Sindicatos.
Resulta asumbroso comprobar cómo se anticiparon a todo el maremoto financiero que sacude los cimientos de nuestro mundo. Venían manteniendo, en un escenario que para otros era inversor, una clara política conservadora con menos del 3% de sus fondos en Renta Variable y consiguiendo mediante FIAMM y Deuda pública o privada con clasificación AAA un rendimiento financiero del 2,5% que permitió rentabilizar el capital hasta el 13,7%. Ir contracorriente salva, sobre todo si tienes 300 años de experiencia en ciclos y una unidad exclusivamente dedicada a analizar los riesgos derivados de los ciclos.
También resulta asombroso ver cómo el mejor mercado de seguros del mundo es capaz de asegurar desde sus inicios el proyecto del Airbus 380 o un nuevo reto en forma de Gran Premio de F1 en el circuito urbano de Singapur (el único nocturno), soportar uno de los tres peores años en meteorología adversa de la historia del seguro y desarrollar estratégias de futuro para afrontar los grandes desafíos del cambio climático ¡ganando dinero! Más aún cuando, como tercer actor en el seguro mundial, es capaz de operar en más de 200 paises con una estructura tan ligera (851 empleados de la Corporación), que apenas se comprende cómo consiguen un control tan eficiente de la actividad de los 80 Sindicatos y 51 managing agents que suscriben riesgos.
En el transcurso de la mañana pude asistir en directo a conferencias impartidas por los principales responsables de área y expertos de las Agencias de Suscripción que operan en España. Gente inteligente comunicando abiertamente lo que hace para que otros comprendan la importancia de hacerlo bien y la seguridad que otorgan sus procedimientos. En ese evento podías encontrar a personajes de las más motivadas corredurías españolas así como abogados y algún que otro perito. Asegurador, ni uno. Podrían haber tomado notas...
Por la tarde una simulación de la mesa de suscripción del Lloyd's dejaba paso al trabajo personal y directo en que se basa su forma de operar. Una experiencia gratificante.
Cerré ese hermoso día dando un paseo con un buen amigo, mi Cicerone en esto de las letras y de descubrir rincones en una hermosa villa llamada Madrid. Miguel y yo nos dejamos caer por el Botánico para ir devanando nuestros pensamientos por las calles donde Cervantes, Lope y Góngora tejieron los suyos, con más brillo pero no con más celo. Terminamos el periplo cenando ensaladas, con luz de piano, ante un Palacio de Oriente que nos recordaba que no por estar se es. Hay que empeñarse en ello.