Blue Origin no para, y ya está en el proceso de entregar sus motores BE-4 a ULA, compañía alianza de Lockheed Martin y Boeing.
Estos motores serán los más potentes de metano del mercado, pero ahí no se para la compañía de Jeff Bezos.
Sigue desarrollando el cohete New Glenn que hemos podido ver muchas piezas en el reciente vuelo del New Shepard 22.
La compañía sigue en la disputa del contrato por el segundo lander HLS, para aterrizar en la Luna, además está desarrollando en conjunto con Sierra Space la estación espacial Orbital Reef.
Y por si fuera poco, también un remolcador espacial para las órbitas Cislunares.
Además quiere conseguir que la segunda etapa del New Glenn sea recuperable también con el proyecto Clipper.
Sin duda estamos entrando en una gran ERA de Blue Origin en los próximos 2 años.