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Lo que voy a contar tiene mucho que ver con la huelga con que nos amenazan los jueces y con sus reivindicaciones.

Un grupo de subasteros y yo llevamos más de una hora y media en la puerta de un juzgado de Madrid esperando a que se celebre la subasta que estaba señalada para hoy. Hace media hora -con una hora de retraso- que el oficial judicial encargado del procedimiento salió a preguntar si había postores para la subasta, y le dimos los resguardos de fianza.
Esta falta de respeto por la puntualidad es muy usual en los juzgados y ya estamos todos acostumbrados, pero lo que hace que hoy sea un poco peor, y lo que me ha animado a escribir este post tan quejoso es que la secretaria acaba de salir con las personas con las que estaba reunida y entre risas se han ido a ...... desayunar.

Y luego se quejan los jueces diciendo que el retraso judicial está motivado en la falta de medios, ¡y una leche! el motivo es que son funcionarios, con todos los defectos del funcionariado patrio y con el plus de su inmensa soberbia, que les impide ver sus propios errores.

El resto de los subasteros coinciden conmigo en que este juzgado funciona mucho peor desde que, hace unos años, se jubiló el anterior secretario que era un profesional muy serio (incluso antipático), pero muy trabajador y cumplidor, que no consentía que se retrasasen los asuntos. Desde que está la actual secretaria, todo tarda mucho más, y los expedientes se empiezan a acumular sobre las mesas. Aunque eso sí, es más simpática.

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