Cuando nos referimos a Asia nos viene a todos a la cabeza potencias emergentes, una zona geográfica del mundo donde existe una enorme potencial de crecimiento. Sin duda tenemos que aprovechar la tendencia de consumo creciente en esta zona del mundo.
El crecimiento económico tiene poca relación con el rendimiento del mercado de valores. Los inversores que buscan jugar al crecimiento económico de Asia debe adoptar un proceso bottom-up que no está restringido por un benchmark. Lo podemos ver claramente en el gráfico de arriba.
China es un ejemplo perfecto de por qué un enfoque excesivo en el crecimiento económico en lugar de la calidad de las empresas es peligroso a la hora de poder obtener rentabilidades aceptables.
El índice tiene una exposición relativamente baja a muchas de las tendencias seculares de crecimiento y es volátil. Un enfoque sin restricciones pero disciplinado para invertir en Asia debería ofrecer mejores retornos a largo plazo, un enfoque basado en la selección de empresas de calidad (bottom-up)
No podemos esconder que Asia está rodeada de peligros y dificultades pero del mismo modo existen grandes oportunidades. Uno de los casos más notables es China, con elevados niveles de deuda sobre PIB y con rendimientos marginales decrecientes, es decir, cada vez se necesita una mayor expansión de crédito para obtener un Yuan más de PIB. Los repetidos estímulos han incrementado la demanda, por lo que un rebalanceo de su economía producirá un inevitable desaceleración.
Una de los temas más preocupantes es sin duda la banca en la sombra que durante la última década se ha prácticamente duplicado. El incesante incremento del crédito a través del shadow banking provoca una mayor fragilidad a la economía china.
Como siempre decimos los que nos centramos más en compañías que en el entorno, parece que hemos tenido en deja vu con China, ya que estamos hablando prácticamente de lo mismo que en 2009. Exceso de capacidad, reforma de las empresas estatales, liberalización del Reminbi y de los controles de capitales,etc… Atendiendo al refranero, que la frondosidad del bosque no te impida ver el camino.
Durante los últimos seis años nos hemos fijado en las políticas del banco central y nuestra querida clase dirigente mientras un cambio de paradigma se estaba produciendo. Como la tecnología ha tomado el relevo como driver de crecimiento. Lo podemos ver en el cuadro de abajo. (En rojo las compañías tecnológicas)
No tenemos que ser premios nobel en economía para darnos cuenta de que el movimiento de bienes a servicios se está acelerando de forma evidente y como consecuencia de esa desmaterialización el consumo de energía está disminuyendo.
Como ya comentábamos en nuestro artículo sobre el libro: “La Sociedad del coste marginal cero” simplemente podemos echar un vistazo al tiempo que la gente pasa en internet, no estamos hablando de simplemente tecnología sino modelos de comportamientos y creencias. Aprendiendo algoritmos nos dice que tenemos que comprar, donde alojarnos, con quien casarnos, donde vivir, como estar sanos,etc…
Muchos de vosotros os preguntaréis: si me estás diciendo las grandes oportunidades que hay en Asia compramos un ETF sobre esta región y listo. Pero no es tan fácil si queremos batir al mercado, ya que la mitad de los índices están compuestos por sectores que están viviendo una disrupción tecnológica.
Podemos ver grandes oportunidades a futuro en el sector de la salud, simplemente fijándonos en la estructura poblacional. A mayor envejecimiento de la población mayor gasto en salud y curiosamente los países con mayor recorrido pertenecen a la región asiática.
Tenemos ejemplos muy claros que son tendencias imparables en el continente asiático como: los vehículos sin conductor, equipos de vigilancia, almacenamiento y transferencia de datos, análisis de datos, plataformas de control, el imparable crecimiento del sector bancario en la India, aprovechar las grandes compañías exportadoras como consecuencia de un Reminbí débil.
Siguiendo el sentido común que en muchas ocasiones es el menos común de los sentidos podemos ver que en Asia existen grandes peligros pero a la vez interesantes oportunidades. Como hemos podido comprobar guiándonos a través de las tendencias a través de un análisis bottom up podemos marcar la diferencia.
Javier Flórez
@FlorezJav