Para hoy, un post corto para inversores que empiezan, con una reflexión sencilla. Y sin acritud. Y sin ningún tipo de ganas de señalar a nadie.
Pero no, no tienes que perder tu cuenta para aprender a invertir. Lo digo porque desde el principio de mi carrera vengo leyendo y escuchando a algunos supuestos traders profesionales (que normalmente vivien de la farándula) defender que ellos aprendieron a ser consistentens después de arruinarse varias veces. Me recuerdan a esos discursos de pastores religiosos que aseguraban haber sido grandes pecadores pero que ahora están en el camino correcto. Y me hacen imaginarme a un médico asegurando que aprendió matando pacientes, a un abogado que diga que aprendió metiendo gente inocente en la cárcel o a un arquitecto que subraye que aprendió viendo caer sus primeras casas. No sé por qué, pero me hace desconfiar.
A ver, que todos hemos tenido nuestros pilles, y todos mantenemos nuestros "muertos" en cartera. Pero de ahí a perder la cuenta entera... algo falló en nuestro aprendizaje. Y que nos aseguren que eso es casi parte del aprendizaje... no sé. No lo veo claro.
Y que oye, que algunos grandes traders han seguido ese camino. Pero ni es necesario ni es el camino correcto.
Evidentemente, nadie nace sabido. El mercado es el lugar más complicado donde hacer dinero fácil. Pero con la cantidad de recursos (formación online, libros que llegan en 24 horas, etc) que existen en estos momentos, que el fallo sea justamente el money management... y perder toda la cuenta. Toda. Es que toda la cuenta es mucho. Aunque sólo sea por sentido común...
Y es cierto: se aprende mucho más de los errores que de los éxitos, es fácil confiarse,y no es tan complicado perder una cuenta... Pero desde luego no es algo de lo que andar presumiendo. Creo yo.
No te dejes llevar: no es necesario hacerlo para aprender. Tampoco es normal hacerlo para aprender. No es un paso necesario. Muchos inversores exitosos lo evitan.
De hecho, por favor, haz lo posible por evitar este paso.
Equívocate, aprende de los errores, aprende incluso a disfrutar de ellos. Nunca dejarás de cometerlos, por suerte. Sólo se equivoca el que hace cosas. Así que palma en operaciones, deja que el benchmark te gane, enfádate con el mercado, pero que no te engañen: el mejor aprendizaje no es regalarle tu dinero al mercado.
Que tu modelo no sea Livermore. Recuerda que su final fue suicidándose, asegurando que su vida fue un fracaso.