Este lunes, en un excelente curso de bolsa al que tuve la suerte de asistir me pusieron este truco de cartas tan interesante.
Impresionante ¿verdad? Pero esto ocurre en muchas ocasiones más cotidianas. Por ejemplo, en cientos de películas ocurre lo que se conoce como error en la c
ontinuidad cinematográfica o raccord. Tarantino emplea este recurso en Pulp Fiction en bastantes ocasiones, que pasan muy desapercibidas (incluso cambia diálogos).
Lo que sucede es que estamos cayendo en una trampa conocida como la atención ciega: somos incapaces de ver algunos detalles de la escena puesto que estamos prestando atención a otros.
La atención es selectiva. Para poder concentrarse en una cosa es necesario obviar otras. Así es como funciona la magia, al fin y al cabo. Mientras tratamos de captar nuestra atención a la mano derecha, con la izquierda sacamos la moneda de la manga.
M. Motterlini pone como ejemplo un piloto aterrizando un avión de emergencia. Estará tan preocupado por los mandos y los controles que sería totalmente posible que si se le cruzara delante otro avión, "no lo viera". Su ojo lo percibe, pero no lo traslada a su mente consciente, ocupada en otras cosas.
En los mercados financieros lo llamamos de muchas maneras: manipulación, "wall of worry", locura, ineficiencia... Pero el nombre está claro: algo se nos está pasando por alto en nuestro estudio. Muestra de que tenemos que cambiar nuestro análisis, porque está equivocado.
Observación ciega y orgullo son compañeros fatales. Hasta que veamos que la cosa no tiene nada que ver con las cartas nuestra cuenta se puede haber reducido a límites imposibles de variar. Por eso nuestro análisis debe ser constante, móvil. Para tratar de pelear contra algo que no para de moverse uno no puede quedarse completamente parado. Todo puede cambiar en los mercados, así que lo mejor que podemos hacer es anticiparnos cambiando primero nosotros mismos.
La pregunta fundamental que debemos hacernos es "¿lo volvería a comprar ahora mismo, en las condiciones actuales?"
Que luego te dirán, "te equivocaste en lo que dijiste sobre el mercado aquél día" y tú podrás responder "sí, pero me di cuenta un minuto después y cambié toda mi estrategia, así que terminé ganando dinero". Porque como no me canso de decir en este blog, esto no va ni de ser el más listo, ni de acertar más, ni de tener más conocimientos que nadie. Esto va de ganar dinero.
Para terminar, con un poco de humor. Es complicado, pero solo hay una solución para los problemas de raccord: