Hoy y mañana recorreremos los puntos teóricos más importantes sobre los Capital Leases y los Operating Leases. Recordad que estoy hablando de contabilidad norteamericana (no sé si en España se puede aplicar lo que vamos a explicar). El Miércoles y el Jueves pasaremos a la práctica con las Cuentas Anuales de Continental Airlines. Espero que os parezca interesante.
CAPITAL LEASES Y OPERATING LEASES
Durante los últimos años las empresas se han dado cuenta de que tener activos operativos en propiedad es cada vez más arriesgado. Los cambios en la tecnología, las modas, los procesos de fabricación, la volatilidad del precio de las Commodities, la inflación... hacen que las probabilidades de enfrentarse a una devaluación de un activo sean cada vez mayores. Antes este problema, los directivos han visto en el Alquiler de dichos activos la solución a sus problemas: pueden seguir utilizándolos con los fines operativos de siempre, pero los riesgos de propiedad son ahora del arrendador y no de la empresa. Así que muchas empresas, sobre todo aquellas que necesitan fuertes inversiones en activos operativos (los minoristas y las aerolíneas son los ejemplos más clásicos), en vez de comprar un activo y financiarlo con instrumentos de deuda, lo alquilan (lo cual no deja de ser una financiación por parte del arrendador - de hecho, los apuntes contables que hay que hacer cuando se alquila un bien y cuando se compra y se financia son los mismos).
En USA hay dos tipos de contratos de arrendamiento (leases): a) Capital Lease y b) Operating Lease. Los primeros nacen con vocación de ser alquileres de largo plazo, mientras que los segundos deberían ser alquileres de corto plazo. Sin embargo, en realidad no es así.
El regulador norteamericano ha decidido que Capital Lease será aquel alquiler que encaje con al menos uno de los siguientes supuestos:
1.Al final del alquiler se transfiera la propiedad del activo, del arrendador al arrendatario.
2.El alquiler contenga una opción de compra a precio muy bajo.
3.El alquiler tenga una duración igual o mayor al 75% de la vida útil del activo.
4.El valor presente de los pagos del alquiler (MLPs) exceda el 90% del valor del activo.
Si un alquiler no cumple alguno de los supuestos anteriores, será considerado Operating Lease. Como véis, lo que persigue el regulador es que todos aquellos alquileres que supongan en realidad un traspaso de propiedad se clasifiquen como CL y los que no, se clasifiquen como OL. La diferencia es fundamental pues los CL aparecen en el balance mientras que los OL no. Dicho de otra forma, los CF son una forma de financiación que sí aparecerá en el balance, mientras que los OL son una forma de financiación que no aparecerá dentro del balance.
Al incluir los CL dentro del balance, el regulador ha hecho que ese tipo de alquiles no sirva para derivar los riesgos del activo al arrendador, ya que es la empresa quien tiene la propiedad de facto. El activo y el pasivo correspondiente aparecerán en el balance de la empresa y serán igual al valor presente de los pagos de alquiler. Dicho pasivo generará unos gastos de intereses, mientras que el activo generará un gasto (non-cash) de depreciación. El OL, por el contrario, no aparecerá en el balance en ningún momento, siendo todos los gastos derivados de él tratados como Gastos de Alquiler en la Cuenta de Resultados.