CHKP es una empresa líder en firewalls. El 97% de las empresas Forbes 500 tienen contratada con ella su seguridad en internet. Gracias a ello, CHKP es una máquina de producir cash flow. Está muy bien financiada y es muy rentable.
Pero los directivos de la empresa no saben qué hacer con el dinero ganado. El mercado les pedía compras y ellos no hacían ni caso. Yo pensaba que esto era bueno y que los directivos no se rendían ante "el imperativo institucional". Pero llegó la compra de la empresa sueca Protect Data AB. ¡Qué desilusión! Una compra muy cara se mire por donde se mire. La propia CHKP reconoce que esta compra no va a mejorar mucho el cash flow de la compañía y que su objetivo es, simplemente, aumentar las ventas. Tras la compra se han sucedido las recomendaciones positivas de las casas de análisis. Es un claro ejemplo de imperativo institucional.
Por otro lado, CHKP es una empresa sin ventaja competitiva alguna. La empresa que ofrezca un mejor servicio a un mejor precio se lleva el cliente y CHKP ofrece unos servicios muy limitados. Gigantes como Symantec van metiéndose en el negocio de CHKP y poco a poco le van ganando terreno. Y en este entorno CHKP, en vez de potenciar su posición dominante, se dedica a comprar caro. ¡Qué pena!
Al mismo tiempo, muchas casas de valores empiezan a subir el precio objetivo y el valor se calienta. Empieza a hablarse de él en foros y webs de análisis técnico. La subida es demasiado pronunciada. Los locos han tomado el control del manicomio.
Por si fuera poco, Symantec presenta unos datos soprendentemente malos. El sector no está en un buen momento y, debido a la pobre dirección de CHKP y su asencia de ventaja competitiva (esto es así desde siempre), no veo nada claro su futuro. Si a esto le añadimos que, como es una empresa israelí, sólo presenta cuentas una vez al año, me da mucho miedo que sus resultados fueran muy malos y, en un día, perdiera todas las ganancias acumuladas.
Por todo ello reduzco la posición de CHKP de un 6% a un 2% de mi cartera. Creo que aun está barata, aunque ahora sea pesimista sobre su crecimiento. Si la directiva sigue comprando empresas caras (y esto es lo que parece), las probabilidades de una OPA se reducen considerablemente. Así que mantengo ese 2% en cartera hasta que alcance el precio objetivo de $27. A esos niveles no tiene ningún sentido mantener esas acciones.
Con el dinero de la venta he incrementado mi posición en JKHY, que hoy está bastante más barata que ayer, cuando compré acciones de esta compañía por primera vez. De esta forma, el peso de JKHY pasa de un 6% a un 10%. Por debajo de $20 podría comprar más títulos, hasta alcanzar un peso del 15%. Esta empresa, al contrario que CHKP, sí está muy bien dirigida, tiene una estrategia de crecimiento clara y sostenible y goza de un fuerte ventaja competitiva, como ya comentamos ayer. Estoy cómodo con este movimiento porque me gustan las carteras concentradas.
La verdad es que vendo con pena. Es cierto que con beneficios, pero estoy seguro que, si la directiva fuese un poco más hábil, podrían haber alcanzado los $35 fácilmente. Ahí les dejo ese 2% de la cartera, a ver si a finales de mes (que presentan resultados) me dan una última alegría.