Y esto se ha repetido tantas veces que ya se ha convertido en algo asumido como cierto. Si a esta frase se le añadía a: a) el mínimo histórico de volatilidad, b) la ponderación de RV de los fondos, c) las compras por parte de las “manos débiles o d) los tres argumentos anteriores juntos, ya era palabra de Dios y todos a temerse lo peor.
El caso es que yo no veía este exceso de optimismo por ningún lado. La alegría típica de un mercado alcista sí, pero nada más. Nada parecido a lo descrito por Groucho Marx durante los momentos previos al crack del 29, ni a lo poco que yo recuerdo de la burbuja tecnológica. Preocupado, decidí hacer el siguiente estudio:
Como en las locuras pre-crack las valoraciones no importan, decidí fijarme sólo en el comportamiento de los precios de los tres grandes índices norteamericanos (Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq Composite) en los años previos al crack de 1987 y del 2000. Así, calculé la rentabilidad compuesta anual durante los 10, 5 y 3 años anteriores a los máximos previos de cada crack y las comparé con las rentabilidades compuestas anuales de los últimos 10, 5 y 3 años para comprobar si la “euforia compradora” actual es similar a la que tuvo lugar en esos dos cracks. La tabla inferior muestra los resultados. (También muestra la rentabilidad histórica compuesta anual de los últimos 30 años en cada uno de los índices).
Los resultados son concluyentes: el mercado alcista actual no es comparable al de los últimos dos cracks. Por ejemplo, mientras que durante los 5 años anteriores al crack del 87 el Dow Jones había subido con una fuerza del 24,19% anual, en estos últimos 5 años lo ha hecho a un ritmo del 4,94%. En el caso del S&P, antes del crack del año 2000 había subido a un fortísimo16,75% anual durante 10 años, mientras que en los últimos 10 años lo ha hecho a un moderado 6,17%. El caso más espectacular es el del Nasdaq en los años previos al crack del 2000. Durante los tres años anteriores a este crack, creció a un impresionante 53,08% anual, mientras que durante los últimos tres años ha subido a un mediocre 5,84%.
Lo más llamativo es que durante los últimos 10, 5 y 3 años tanto en el Dow Jones, como en el S&P, como en el Nasdaq, las tasas de crecimiento están, en todo caso, por debajo de sus medias históricas de crecimiento y por un buen margen. Por tanto, creo que con esto queda eliminado, como argumento bajista, el exceso de optimismo.
Pero estas tablas pueden dar mucho más de sí. Gracias a ellas conocemos las tasas de retorno que precedieron a los dos últimos cracks. Pues bien, ¿por qué no utilizarlas para calcular a qué niveles deberían llegar los índices en el año 2007, 2008 y 2009 para que pudiéramos hablar de un mercado alcista tan rabioso como el de los cracks? La tabla inferior muestra la tasa de crecimiento media (para periodos de 10, 5 y 3 años) de cada índice en los periodos pre-crack y la columna de al lado es una tasa de crecimiento un 25% inferior.
La tasa de crecimiento un 25% inferior nos va a permitir hacer este razonamiento: “la tasa de media de crecimiento pre-crack en un periodo de 5 años en el S&P ha sido del 22,25%. Pues bien, cuando el S&P haya crecido a un 16,69% durante ese mismo periodo (22,25% x 0,75 = 16,69%) quiero que la tabla me avise porque considero que ese crecimiento del 16,69% es igualmente insostenible (recordamos que la tasa histórica de crecimiento es de un 9,39%) y así me prevengo de un crack adelantado”.
Basándonos en esas tasas reducidas, la tabla inferior muestra el nivel teórico (en puntos) de cada índice en el que debería haber peligro de crack si se cumple algo parecido a lo que pasó en 1987 y en el 2000. Los niveles varían dependiendo del periodo de 10, 5 o 3 años porque las tasas de crecimiento de cada periodo son distintas. Así mismo, están calculados para que el crack ocurra en Octubre (un clásico), pero si durante cualquier otro mes vemos a los índices a esos niveles, deberíamos preocuparnos igualmente.
Así que si durante el año 2007 vemos el Dow cerca de los 17.000 (periodo de tres años activado), o de los 17.600 (periodo de cinco años activado), o de los 21.000 (periodo de 10 años activado), sí podríamos hablar de unas subidas comparables a las de los cracks del 87 y del 2000 y, en ese caso, el exceso de optimismo sería un factor bajista real. En cambio, a los precios actuales (Dow Jones en 12.600 puntos) no podemos esperar ese crack.
NOTA: Este tipo de análisis no me gustan demasiado. En primer lugar, como inversor value, sólo analizo empresas y no le suelo prestar demasiada atención a los índices. En segundo lugar, creo que lo que mueve el mercado son los beneficios y las valoraciones. A la vista de las valoraciones no creo que pueda ocurrir un crack, pero si mañana hay un ataque terrorista de envergadura, no podemos descartar un pánico. Lo que está claro es que podemos desterrar el argumento del “exceso de optimismo actual” de todos los bajistas del mercado americano.
Lo que sí es importante es comprender que los excesos se pagan. Un mercado alcista poderoso y permanente es insostenible y, al final, siempre termina en un crack. Los inversores debemos tener presentes que retrocesos y parones son normales y buenos y que, si invertimos a largo plazo, más que una amenaza suponen una verdadera oportunidad. Muchos me preguntan: ¿este es un buen momento para comprar acciones? Pues la verdad yo creo que sí, pero siempre que si durante los próximos 2 o 3 años el mercado se toma el descanso que necesita, el comprador de esas acciones piense en el largo plazo y no las venda cerca del mínimo.
PD: Los datos los he sacado del histórico de Yahoo Finance. No puedo garantizar que no haya errores en los mismos. Así que no se tomen las cifras como verdades exactas, sino como unos niveles de referencia aproximados.