Solución para evitar que los bancos coloquen productos no deseados.

Parece que todos los bancos sin excepción han colocado a sus clientes productos de renta fija con vencimiento perpetuos, cuando estos pensaban que contrataban un simple depósito.

curiosamente, o no tan curioso, les ha pasado a gente que responden a un mismo perfil de cliente bancario, pese a venir las condiciones por escrito, todos se escudan en que no sabían, no entienden o se fiaban y incluso los más avezados que dicen que nunca leen lo que contratan porque tiene muchas letras.

solución para evitar estos casos, al igual que es obligatorio tener un CARNET DE CONDUCIR para conducir vehículos, debería ser obligatorio, tener UN CARNET PARA CONTRATAR PRODUCTOS BANCARIOS. lo llamaríamos CARNET DEL BANCO DE ESPAÑA.

antes de coger el volante de un coche hay que sacarse el carnet, antes de entrar a un banco habría que sacarse este carnet.

dicho carnet sería muy fácil de conseguir, en la delegación de hacienda más próxima o en la sucursal del banco de España más cercana, consistiría en rellenar un pequeño test de diez preguntas, con tres respuestas posibles, todas muy sencillas, de tal forma que su resultado serviría para deducir la capacidad contractual de los ciudadanos.

existirían tres tipos básicos de clientes bancarios

a) aquellos que entienden (y por encima) lo que es una cuenta bancaria, estos solo podrían contratar una cuenta corriente y a lo sumo una tarjeta de débito (si es que entienden que no puedes poner un PIN del tipo 1234)

b) aquellos que entienden y saben como funciona una cuenta bancaria, entienden la diferencia entre crédito y débito, estos clientes podrían contratar cuentas corrientes, depósitos a plazo, tarjetas de crédito, y firmas préstamos personales e hipotecas, pero no renta fija ni renta variable, tampoco planes de pensiones.

c) aquellos clientes que además saben como funcionan los mercados de renta variable, de renta fija, los seguros financieros, los contratos de futuro, las divisas et....estos podrían contratar de todo.

a cada tipo de ciudadano se le entregaría un carnet distinto con una letra diferenciadora en mayúscula, A, B y C, cada sucursal bancaria obligatoriamente deberá fotocopiar y adjuntar el carnet al contrato que ha realizado con el cliente, indicando el contrato producto de tipo A, B o C, de esta forma ninguna persona A, podría salir con un contrato C en la mano.

cuando el ciudadano considere que quiere productos más rentables deberá a acudir a examinarse de nuevo para conseguir ascender de letra.

Perdona, pero creo que esto va contra la libertad de las personas. Es presumir que todos están incapacitados, salvo prueba en contra, para admininistrar sus bienes...

Aquí no hay ningún interés público que justifique eso, dado los únicos inconvenientes de una decisión desacertada, los sufragará el cliente o la entidad (cosa que no ocurre con el carnet de conducir, donde alguien que no está capacitado para conducir un vehículo, supone un auténtico peligro para la seguridad vial).

Otra cosa es que sea conveniente educar, en cuestiones económicas, a la gente.

...y para comprometerse en matrimonio y sobre todo para tener hijos. Para tener hijos si que debería de hacer falta no sólo tener un carné sino sacarse un máster en responsabilidad.

Jeje, y para votar también, entonces, que eso sí que nos afecta a todos...

No hay nada que pueda evitar la estupidez humana. Ese supuesto carnet lo único que conseguiría es que mas gente cayera en chiringuitos financieros de dudosa legalidad, ya veo los anuncios: "rentabilidad asegurada del 30% anual y SIN NECESIDAD DE CARNET".

Y no es mas fácil, que si no entiendes un producto no lo contrates.

Quizás lo triste es que al menos los perfiles a y b no salgan bien enseñados antes de acabar la enseñanza obligatoria...

Que vale que no te den matemáticas financieras a fondo, pero sí al menos que ten cuenten los "malos rollos" de hipotecarse de más, usar tarjetas de crédito al 24,99% TAE o el hacer caso a todo lo que ten cuenten en un banco o, peor aún, en un chiringuito financiero cualquiera...

Saludos.

dicho carnet sería muy fácil de conseguir, en la delegación de hacienda más próxima o en la sucursal del banco de España más cercana

Ya veo el negocio. Pronto surgirían academias donde, previo pago de matrícula y mensualidad, te garantizan obtener la C en el test de conocimientos. El gobierno, que no es tonto aunque lo parezca, decide regularizar la actividad de estas academias y certificar, previo pago de tasas e impuestos, la validez de lo que se enseña en las mismas. El precio del cursillo aumenta con lo que no todos pueden permitirse la C. Surgen academias ilegales donde te forman sin darte el título que las oficiales te ofrecen (avalado por el Ministerio de turno). Las academias legales demandan a las ilegales. Éstas últimas no entienden porqué se ha de pagar tanto dinero por algo tan simple. Los tribunales dan la razón a las legales. Para entonces la oferta es tan amplia que muchas academias cierran por falta de actividad. Durante todo este proceso el dinero ha cambiado de manos pero, ¿quién ha aprovechado algo y quién se ha aprovechado de algo? Dejo la pregunta sin contestar. Un saludo.

Otra posible via seria que los vendedores de filostros y forlayos de las sucursales fuesen gente honesta, que frente a clientes con ese tipo de perfil bancario no les hubiesen expuesto ese producto, y menos aún ponerlo encima de la mesa.

No sé, tal vez en el banco de españa puedan validar algún tipo de permiso imprescindible, sin el cual ningún sinvergüenza pueda desarrollar actividad laboral en el sector...

Lo podriamos llamar LICENCIA DE ACTIVIDADES BANCARIAS, o algo así, y que en caso de violar ciertas normas de ética profesional, buena fe y calidad (entre otras cosas), pueda ser revocada.

De tal forma que cualquiera tenga la certeza de que cuando vaya a firmar una hipoteca no van a intentar metersela doblada, o cuando uno vaya a buscar un plazo fijo, no le vayan a endosar vete a saber qué mierda perpetua "que es igual y lo puedes sacar cuando quieras". Y que si aun y todo se da el caso, de la misma forma que un cliente se come unas perpetuas, o una hipoteca en la que se la han metido doblada, al sujeto que ha perpetrado todas esas acciones no le salga gratis (o con un ascenso y traslado a otra sucursal de Trincobank) y lo pague, por ejemplo, con una patadita en el culo del sector.