Hay asesores que cobran un porcentaje del patrimonio gestionado. En el caso de que se quiera gestionar una hipoteca, por ejemplo, ese porcentaje le da al asesor una retribución mucho mayor que la que realmente merece su trabajo de gestión, por lo que no lo veo muy justo ni adecuado para los ahorradores medios.
Si que es más justo el hecho de cobrar parte de los beneficios, puesto que el asesor sólo cobra si su cliente gana. El problema es que el asesor puede escoger productos más arriesgados, con mayor rentabilidad, para cobrar más y que dichos productos se le escapen de las manos y acabe perdiendo el dinero de su cliente.
Yo pìenso que el sistema de cobro se puede ajustar según el producto y el cliente.
Por último decir, que todos necesitamos un asesor financiero y todos hemos recibido asesoramiento financiero (aunque sea mal asesoramiento por parte de los comerciales de la banca). Así que dejar el dinero en manos ajenas lo hacemos todos (menos los que dicen que lo tienen TODO bajo del colchón, que lo dicen muchos pero dudo que lo hagan). Lo que hace falta es que nos cuestionemos lo que hacen con nuestros ahorros, si realmente están manejando nuestros ahorros a nuestra voluntad. Si un ahorrador sólo pregunta por la rentabilidad de un producto, sus ahorros seguramente serán manejados sin su conocimiento. Debemos preguntar más, la letra pequeña del producto, comparar con otras entidades, sean tradicionales o de finanzas alternativas y si algo no lo acabamos de entender, pues que mejor que preguntar a un asesor financiero, lo más independiente posible.