No considero que sea lo mismo, por ejemplo, que te hayan servido comida podrida que se les haya caído un tornillito del horno en los spaguettis y el italiano, siga cocinando fenomenal. Comento el ejemplo porque me ocurrió y sigo yendo a ese restaurante. Y mira que si te tragas el tornillo, puedes tener un problema digestivo serio...
Habría que tener muy clara la intención del acto para juzgar al cocinero/bancario.
En otro restaurante, de lujo esta vez, comí unas ostras en mal estado. No voy a entrar en detalles, pero la gastroenteritis fue de órdago a la mayor y no por eso creo que sea un mal restaurante. De hecho, es de los mejores de la zona, si no el mejor, sin duda, el más galardonado.
Solo intentaba manifestar mi poca o nula confianza en los bancos en general.
Lo que quise expresar es que me resulta indiferente que se hayan portado bien o mal para estar ojo avizor siempre.
Vamos a ver, si se han portado mal, pues ya tienen un precedente, ahí estamos de acuerdo, pero que no hayan colocado productos tóxicos -o no se haya podido demostrar que lo hacían a mala fe, que esa es otra- no es suficiente para confiar ciegamente en ellos.
Y en cuanto a seguir siendo cliente o no, pues ya os comenté que diferencio muy bien ser cliente de ser accionista. Que una empresa me haya estafado, no significa que si puedo sacarles jugo, lo aproveche para mi bien. El amor y los negocios, separaditos. Y del amor al odio hay un pasito muy pequeño.
Como también expuse, no siempre puedes escaparte de las redes de un producto milagro. Algunos te atan a mucho tiempo. Decidí salir perdiendo, pero respeto -aunque no comparta- que otros no quieran vender a pérdidas tan san.grantes.
Ahora bien, como ofrezcan una buena emisión -que suelen agotar, nos guste o no- o tengas claro un trading en canal alcista, perderlo tampoco lo entendería.
No me parece mal tu comentario. Es más, en cierta medida lo comparto. Volver a aceptar un producto tóxico de una entidad que ya te ha estafado, sería tonto. También convendrás conmigo que pocos serán los que vuelvan a caer en lo mismo, si tienen su capacidad cognitiva en perfectas condiciones.
No es cuestión de aceptar o no, sino de aprender a leer un contrato y entender la letra pequeña hasta las últimas consecuencias.
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.