Estamos diciendo prácticamente lo mismo, diferencias sólo de matiz, lo mío es mas subjetivo y de impresiones personales desde fuera, tú lo has vivido. El enchufe sigue y pesa una barbaridad, lo que ocurre que no basta con tener dinero y hacer un gran ingreso en el banco para que contraten al hijo. Si quieres puedes llamarlo contactos, relaciones, recomendación, son sinónimos. Ocurre que antes los empleados de banca tenían mayor prestigio social, hoy mucho menos, algo no exclusivo de ellos. (Se quejan mucho también médicos o maestros, con lo cual les es mas difícil mantener la autoridad en clase, se la tienen que ganar, antes les venia dada: auctoritas y potestas). Ahora habrá ricos con contactos que, si tienen alternativa, no quieren enchufar al hijo desde abajo por esta perdida dprestigio, se les paga peor, se les traslada, hacen horas extras sin cobrarlas...y el que no se baja los pantalones, puerta. Son malos tiempos para el trabajador en general. Y parece claro que en España los méritos, capacidad y profesionalidad cuentan menos que en los países anglosajones o Francia, incluso para acceder a cargos públicos que deberían llevarlo funcionarios los copan policastros apestosos que no tienen ni idea a menudo, pero que son enchufados y de confianza de otro apestoso al que debe el puesto. Ocurre que el asesor no sabe y tiene que contratar a otro...y hasta 450.000 políticos y 4000 empresas publicas, a los que añadir legiones de enchufados a veces hechos funcionarios por fases u oposiciones amañadas, votos cautivos del caciquismo. Por eso las Cajas acabaron mal, por mangoneo y falta de profesionalidad, mayor que en los bancos. País. Saludos y paciencia, Jujedi.