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BCE, FED y tipos de interes a cero.
Frente a la Reserva Federal estadounidense, el BCE parece haber actuado de forma demasiado cautelosa, especialmente con respecto a los recortes de tipos. Parte de su aparente timidez, sin embargo, es consecuencia de su distinta situación. La Fed posee una libertad constitucional poco frecuente y una competencia especialmente alta para actuar. El BCE, en cambio, está atado.
Si los tipos llegaran a cero, nuevas facilidades monetarias requerirían que el BCE adquiriera activos, generando deudas para los gobiernos de la eurozona. Pero no existe una única autoridad fiscal con la que el BCE pudiera coordinar este tipo de acciones.
Por lo tanto, los gobiernos de la eurozona, en privado si es necesario, necesitan un plan sobre qué hacer una vez alcanzada la barrera del cero. Deberían otorgar al BCE el liderazgo para administrar esa política monetaria, estableciendo los parámetros adecuados dentro de los que operar. Europa tiene que permanecer unida, pero ¿será posible con tantos intereses diferentes?