Los bancos emiten deuda (renta fija) de la que, normalmente, responden ellos mismos; y si el banco quiebra, los que tengan esa deuda no cobran, porque a diferencia de los depósitos, la renta fija no está cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Pero debido a que han quebrado muchos bancos, el mercado ahora desconfía de la renta fija de los bancos, y para poder colocar mejor las nuevas emisiones, el Estado está avalándolas, lo que significa que si el banco quiebra, ahora los que tengan esa deuda sí que cobran, porque les pagará el Estado, como avalista... salvo que el estado también quiebre, claro!!
Gracias a ese aval, esta deuda se considera mucho más segura, y por tanto se puede colocar a unos tipos más bajos que las emisiones normales, de más riesgo...
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La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre