Las probabilidades de la lotería
Luis De Sebastián
La lotería es un fenómeno social curioso y un fenómeno económico no carente de lógica. Es lógico comprar lotería, porque los pobres, los necesitados, los deseosos de riquezas o simplemente los que quieren no ser menos que los posibles afortunados dan mucho valor a la ínfima probabilidad que tienen de que les toque un buen premio. Para un ingreso promedio de 1.500 euros al mes, la probabilidad de conseguir un premio no debería valer objetivamente más de uno o dos euros. Gastarse más en un número es sobrevalorar la probabilidad de que le toque la lotería. Pero siempre se valora excesivamente esta probabilidad, porque la necesidad es mucha y la mera posibilidad de recibir unos cientos de miles, o millones de euros, aunque contenga una probabilidad mínima, es tan tentadora que mucha gente se gasta en lotería más de lo que la prudencia matemática aconseja. Claro: algunos pocos ganan la apuesta y esos se ríen de la probabilidad matemática.
Al final del día, la inmensa mayoría de los participantes en el sorteo pierden su dinero, una cantidad que para la Navidad del 2008 se estima, a pesar de la crisis, en varios miles de millones de euros. Es el coste social de un sueño colectivo, y un pingüe ingreso para las arcas del Estado. Por eso mismo, la lotería funciona como un impuesto regresivo, que carga proporcionalmente más a los que menos ingresos tienen. Es raro que un rico se gaste la cuarta parte de sus ingresos de fin de año en comprar lotería, pero muchas familias de bajos ingresos se lo gastan: una cuarta parte y más de su paga de Navidad en comprar décimos de lotería. El que siempre gana con la lotería es el Estado. La lotería es una manera de sacar dinero de la ilusión de la gente. Pero ¿qué le vamos a hacer? De ilusión también se vive.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=572661&idseccio_PK=1006
==========
S2