Re: Origen de la navidad=no Biblico.
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Además sirve para darse cuenta de que constantemente te van a engañar en esta vida y hay que ir con cuidado
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Además sirve para darse cuenta de que constantemente te van a engañar en esta vida y hay que ir con cuidado
Ciero lo que dices pero al sr en esas fechas se convierte en una reunión especial, pero ojo, no descarto que me hayan comido la cabeza, eh?
Saludos
La verdad es que es una reacciónlógica; la navidad, o te encanta o todo lo contrario, no hay término medio
Pero eso de que hay que si engaño etc. etc., que pasa que cuando os miráis al espejo decís, me sobran 5 kilos, no soy demasiado guapo, tampoco soy millonario, pero bueno vamos palante, joer la ilusión, ya sea en Navidad o en cualquier otra cosa es el alimento de nuestro cerebro, sin ilusión no es posible vivir, hoy día sustituimos la ilusión en cosas intangibles por tangibles, la gente tiene ilusión en tener un ferrari o un chalet en la playa, y antes había cosas más intangibles, eso vale, pero la ilusión es necesaria, y psicologicamente en el desarrollo de un niño es necesario pasar por la fase de la magia, pq si no cuando te pregunten que de donde vienen los niños coges le metes en la hbitación lo sientas en la silla y hala a echar un polvo con la parienta, que total como es lo que hará de mayor que vaya aprendiendo que es la realidad, pues no, todo tiene su tiempo, y es bueno pasar por esa fase, y es bueno pasar por la siguiente de cuando te cuentan la realidad, las dos son necesarias, y en su justo momento que depende del niño.
Yo ayer, tenía ilusión en que me tocara la lotería, cuando iba en el coche para casa, estaban hablando del tema y yo no compro (solo 1 décimo que los de la empresa compran con un fondo común que tenemos para distintas cosas a lo largo del año, y que en Navidad se usa para eso, también lo usamos para apuestas deportivas por internet por ejemplo), pero con el décimo ese (que ni sabía el nº que era lo juro), pase 10 minutos la mar de entretenido pensando que haría con la pasta si me tocara, esos 10 minutos no me los quita nadie, aunque obviamente hoy no me ha tocado, pero los 10 minutos de ayer no me los quita nadie.
Y tampoco me quita nadie mis recuerdos de infancia, aunque hoy vea el cartón piedra de las cosas que de pequeño me parecían mágicas, y ese recuerdo me sigue haciendo feliz aunque sean 5 minutos al año, para que le vas a quitar eso a otra persona.
En fin cada 1 es como es, pero creo que los seres humanos necesitamos esos desahogos mentalmente, y como tal bienvenidos sean, aunque lleven aparejadas cosas menos idílicas.
Saludos.
Es que eso es la Navidad. El nacimiento de Jesús. No hay ninguna prueba fehaciente de que el día 25 "se eligiese por razones de Imperio".
Las últimas palabras del Evangelio de San Juan dicen: "Muchas otras cosas hizo Jesús, pero si tuviesen que escribirse todas, me parece que no cabrían en los libros del mundo entero". Así, hay cientos de hechos, datos, personajes y sucesos de la tradición cristiana que no están en las Escrituras, ni tienen por qué estarlo. Que todo tenga que estar en la Biblia es lo que creen los protestantes, no los católicos. Lo del día 25 pudo ser una de ellas.
Lo que dices de que "Constantino creó la Iglesia moderna" es la típica tesis protestante perfeccionada desde Lutero. Constantino no creó nada, lo que hizo fue simplemente dar status de religión pública al Cristianismo.
Orígenes -que es una fuente que la tradición cristiana siempre ha cogido con pinzas, porque incurrió en graves errores doctrinales- lo que dice es que en la Biblia no se ve que nadie celebre el día de su cumpleaños. ¿Y qué? Tampoco se ve en la Biblia a nadie a quien hayan venido Magos de Oriente a postrarse a sus pies, porque Jesucristo no era un fulano más.
En cuanto al número de los Magos, vuelvo a decirte lo mismo. Hay cientos de datos, personajes, hechos y afirmaciones que no están en la Biblia ni tienen por qué estarlo. Eso, para los protestantes. La Tradición cristiana siempre dijo que eran 3, que eran Reyes Magos (o sea, sacerdotes-reyes), que venían de Oriente y hasta facilitó el nombre de todos ellos.
Así, todas tus afirmaciones no son más que suposiciones sin pruebas fehacientes que la apoyen.
Pero incluso en el caso de que Cristo no hubiese nacido el 25 de diciembre, es que da lo mismo, puesto que el dato importante es la conmemoración del nacimiento de Cristo. La exactitud del día no empece a la veracidad de la conmemoración del Nacimiento.
Avieno,"El nacimiento de Jesús. No hay ninguna prueba fehaciente de que el día 25 "se eligiese por razones de Imperio",respondo con una publicacion Catolica:
¿Dónde se originó, entonces, la Navidad? Existe bastante unanimidad sobre este aspecto. La revista U.S. Catholic dice: “Es imposible separar la Navidad de sus orígenes paganos”. Y añade: “La fiesta preferida por los romanos era las saturnales, que empezaban el 17 de diciembre y terminaban con el ‘natalicio del Sol invicto’ (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre. Entre los años 325 y 350, líderes astutos de la Iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería un día excelente para celebrar el cumpleaños del ‘Sol de la justicia’. Así se originó la Navidad”.
La celebración pagana de las saturnales se llevaba a cabo para el solsticio de invierno. La palabra solsticio proviene de dos palabras latinas: sol (el nombre del dios sol) y sistere (la raíz de stare: estar parado). El solsticio de invierno es el tiempo en que las horas diurnas dejan de acortarse y empiezan a ser más largas. Según el antiguo calendario juliano, el día del solsticio de invierno era el 25 de diciembre.
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de las "Tradiciones"luego hablo,
en cuanto a lo de nacer cristo el 25 de diciembre,cito nuevamente una publicacion catolica:
Sí, de las celebraciones paganas se adoptó el 25 de diciembre como el día del nacimiento de Jesús, según la siguiente explicación de U.S. Catholic: “Las fiestas preferidas de los romanos eran las saturnales, las cuales comenzaban el 17 de diciembre y terminaban con el ‘cumpleaños del Sol invicto’ (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre. En algún momento durante el segundo cuarto del siglo cuarto, astutos oficiales de la iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería un día excelente para celebrar el cumpleaños del ‘Sol de justicia’. Había nacido la Navidad”. El artículo sigue diciendo: “Es imposible separar de sus orígenes paganos a la Navidad”
asi como de las siguientes enciclopedias:
¿por qué se celebra su nacimiento el 25 de diciembre? The New Encyclopædia Britannica dice que esta celebración se adoptó siglos después del nacimiento de Jesús: “Durante el siglo IV, la mayor parte de las iglesias orientales adoptaron gradualmente la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre. Jerusalén se opuso por más tiempo a la Navidad, pero terminó aceptándola”.
¿Por qué aceptaron con tanta facilidad esta costumbre aquellos que se llamaban cristianos muchos siglos después de Cristo? The New Encyclopædia Britannica sigue diciendo al respecto: “Las costumbres tradicionales relacionadas con la Navidad proceden de varias fuentes como resultado de la coincidencia de la celebración del nacimiento de Cristo con las observancias agrícolas y solares paganas invernales. Las saturnales (17 de diciembre) constituían en el mundo romano un tiempo de juerga e intercambio de regalos. También se pensaba que el 25 de diciembre era la fecha del nacimiento del misterioso dios iranio Mitra, el Sol de Justicia”.
¿Fue todo esto realmente una “coincidencia”? De ningún modo. La historia indica que en el siglo IV, bajo el emperador Constantino, el Imperio romano pasó de perseguidor de los cristianos a patrocinador del “cristianismo” como religión aceptada. Cuando la población general, que desconocía el verdadero significado del cristianismo, adoptó la nueva fe, empezó a celebrar sus fiestas paganas familiares con nuevos títulos “cristianos”. ¿Qué fecha podía ser más apropiada para celebrar el nacimiento de Cristo que el 25 de diciembre, que ya era la fecha de nacimiento del “Sol de Justicia”?
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y ahora si me dices que esas enciclopedias estan equivocadas,o,falsean datos y tu sabes mas que ellas........
sobre las "costumbres"navideñas y su origen:
Todas las enciclopedias y obras de consulta de autoridad reconocida concuerdan en que no se sabe la fecha del nacimiento de Jesús y que las iglesias adoptaron la fecha del 25 de diciembre de los romanos, junto con las costumbres y prácticas festivas de éstos. A continuación se presentan algunos comentarios típicos: “El calendario eclesiástico retiene varios restos de las fiestas precristianas... notablemente la Navidad, en la que se mezclan elementos tanto de la fiesta de las Saturnales como del cumpleaños de Mitra.” (”Encyclopaedia Britannica”) “Por lo general se sostiene que se escogió el día [del 25 de diciembre] porque correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el ‘renacimiento del Sol.’” (”Encyclopedia Americana”) “En este día [el 25 de diciembre], al comenzar el Sol su retorno a los cielos septentrionales, los devotos paganos de Mitra celebraban el cumpleaños del Sol invencible.”—”New Catholic Encyclopedia.”
Las Saturnales eran una fiesta romana que duraba siete días, desde el 17 de diciembre hasta el 24, y se celebraba en honor de Saturno, dios de la agricultura. El banquetear bullicioso, el beber, el regocijarse, el bailar, el dar regalos y el decorar las casas con siempreverdes caracterizaban esta fiesta. El 25 de diciembre, cumpleaños de Mitra, dios del Sol, que originalmente era el dios babilonio de la luz, llegó a ser el punto culminante de las celebraciones que duraban una semana.
En un esfuerzo por convertir a los paganos y recobrar a los que se habían apartado y habían adoptado tales prácticas mundanas, la Iglesia Romana, a mediados del cuarto siglo, ‘cristianizó’ el cumpleaños de Mitra y adoptó la fecha y las costumbres asociadas con ese día, pero lo designó como la celebración del nacimiento de Jesucristo. Así nació la Navidad.
El árbol de Navidad
Algunas autoridades atribuyen el origen del árbol de Navidad a Bonifacio, puesto que él convenció a los alemanes del octavo siglo de que abandonaran su adoración de las encinas sagradas. Según la leyenda, cuando él cortó una de las encinas sagradas de ellos, un abeto joven creció en su lugar. Bonifacio dijo a los recién convertidos que el abeto sería el árbol sagrado de ellos... el árbol de Cristo.
Otros creen que el árbol de Navidad vino del árbol del paraíso, popular en la Alemania medieval. El árbol ocupaba el centro del escenario en la obra de teatro sobre el paraíso en honor de los “santos” Adán y Eva, cuya fiesta se celebraba el 24 de diciembre. El árbol se decoraba con manzanas y obleas.
De hecho, la primera referencia al árbol de Navidad, según lo conocemos hoy, provino de Estrasburgo, Alemania, en 1531. Con el tiempo los pobladores alemanes llevaron la costumbre a América del Norte, donde la embellecieron y la hicieron popular. El primer árbol de Navidad con luces eléctricas apareció en 1882, en la ciudad de Nueva York, en la casa de Edward Johnson, quien, apropiadamente, era asociado de Tomás Edison, inventor de la lámpara eléctrica.
San Nicolás
Según la leyenda, cuando Nicolás, que en el cuarto siglo era obispo de Myra (ahora el sudoeste de Turquía), se enteró de que un residente de la localidad no tenía dinero para las dotes de sus tres hijas, él secretamente tiró piezas o monedas de oro en el hogar de ellos por una ventana o un agujero que había en el techo para la salida del humo. Supuestamente el oro cayó directamente en unas medias que se habían colgado cerca del fuego para que se secaran. Así estaban presentes todos los elementos esenciales para el cuento de San Nicolás.
Pero parece que la imagen que se creó de un portador de regalos corpulento, vestido de rojo, fue el producto de la imaginación fértil de una serie de famosos neoyorquinos. Primero, los pobladores holandeses contribuyeron el nombre... en holandés San Nicolás es Sinterklaas, que vino a ser en inglés Santa Claus. Luego, en el siglo diecinueve, algunos escritores, entre ellos Washington Irving y Clement Moore (famoso por su poema acerca de la Nochebuena, intitulado “Twas the Night Before Christmas”) suministraron las descripciones literarias. Por fin el dibujante Thomas Nast, creador de las caricaturas del asno y el elefante como símbolos de los dos partidos políticos grandes de los E.U.A., el demócrata y el republicano, le dio los últimos toques al tipo jovial que siempre se ve en la época de las Navidades.
El acebo y el muérdago
Un informe del “Times” de Nueva York nos dice que “mucho antes de la era cristiana, en gran parte de Europa, solían usarse una gran variedad de plantas siempre verdes en ritos paganos que se celebraban a mediados del invierno con el propósito de asegurar el regreso de la primavera.”
En tiempos medievales, los teutones y celtas de Alemania e Inglaterra consideraban el acebo como símbolo de la vida eterna porque, mientras otros árboles se marchitaban en el invierno, éste permanecía verde. El muérdago era sagrado para los druidas de la antigua Britania, pues, le atribuían poder mágico sobre los demonios, la hechicería, los venenos, las enfermedades y la infecundidad. En Escandinavia se consideraba tan sagrado el muérdago que, si acaso unos enemigos se encontraban debajo de él, deponían sus armas y se daban un beso de paz.
Se desarrollaron leyendas fantásticas para enlazar estas plantas con Jesús. Según una leyenda, el acebo originalmente carecía de hojas en el invierno. Pero cuando María colocó al infante Jesús debajo de un arbusto de acebo para esconderlo de los soldados de Herodes durante la huida a Egipto, la planta inmediatamente echó hojas verdes, gruesas, completas con puntas espinosas para ocultar y proteger al infante.
¿ES PARA USTED? Ritos paganos y leyendas supersticiosas... ésas son las fuentes de la tradición de Navidad. Evitaron todo eso los cristianos primitivos, quienes, según “the World Book Encyclopedia,” “no celebraban el cumpleaños de El porque consideraban costumbre pagana el celebrar el cumpleaños de persona alguna.”
Este conjunto de ritos y supersticiones denominado Navidad no es más que otro resultado de la famosa declaración que el papa Gregorio I hizo al misionero Agustín: “Demuele sus ídolos pero consagra sus templos.” Lo único que se ha cambiado son las etiquetas. El contenido sigue siendo tan pagano como siempre.
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sobre el comienzo de la iglesia catolica romana:
ORÍGENES DEL CATOLICISMO
10 En su obra Essays and Sketches (Ensayos y trazos), el cardenal católico romano John Henry Newman, del siglo diecinueve, indica el origen de muchas enseñanzas de su Iglesia, cuando dice: “El fenómeno, admitido por todos, es éste:—Que gran parte de lo que generalmente se recibe como verdad cristiana se halla, en sus rudimentos o en sus partes separadas, en filosofías y religiones paganas. Por ejemplo, la doctrina de una Trinidad se halla tanto en Oriente como en Occidente; lo mismo es cierto de la ceremonia de lavado; lo mismo también del rito del sacrificio. La doctrina de la Palabra Divina es platónica; la doctrina de la encarnación es de la India.” Entonces, en respuesta a un crítico que presenta el argumento: “Estas cosas están en el paganismo, por lo tanto no son cristianas,” el cardenal dice: “Nosotros, por el contrario, preferimos decir que ‘estas cosas están en el cristianismo, por lo tanto no son paganas.’” Pero esas cosas tienen como fuente las enseñanzas babilónicas y griegas que existieron siglos antes del nacimiento del catolicismo romano. Además, no se encuentran en la Palabra de Dios, la Biblia.
11 El hecho de que la gran apostasía regresó hacia la religión pagana para conseguir sus enseñanzas y ceremonias recibe más confirmación por los comentarios del cardenal Newman en su libro The Development of Christian Doctrine (El desarrollo de la doctrina cristiana), donde escribe: “Constantino, para recomendar la nueva religión [católica romana] a los paganos, transfirió a ella los ornamentos exteriores a los cuales ellos habían estado acostumbrados en su propia religión.” Entonces, después de alistar muchas prácticas de su iglesia, el cardenal confiesa que estos actos “todos son de origen pagano, y santificados por su adopción dentro de la Iglesia.” Pero, ¿es posible ‘santificar’ la enseñanza falsa?
12 El cardenal aquí se refiere a Constantino el Grande, emperador romano del siglo cuarto. ¿Qué interés tuvo Constantino en la religión? Años después de haber invadido a Roma en 312 E.C., Constantino hizo saber que, en vísperas de su conquista, había tenido la visión de una cruz ardiente, con el lema: “Por ésta vence.” Él inscribió esto en su estandarte. Adoptó los cimientos para la religión católica romana aparentemente para ganar apoyo en el adelanto de sus propios fines políticos, y fusionó en el sistema religioso “cristiano” las creencias paganas que todavía estaban más cerca de su corazón.
13 La Encyclopaedia Britannica dice acerca de Constantino: “El paganismo tiene que haber sido todavía una creencia en función en el hombre que, casi hasta el fin de su vida, retuvo tantas supersticiones paganas. . . . Constantino tenía derecho a ser llamado Grande en virtud de lo que hizo, más bien que de lo que era. Si se le examina en cuanto a carácter, ciertamente está entre los más bajos de todos aquellos a quienes se ha aplicado en tiempos antiguos o modernos el epíteto [de “Grande”].” Esto lo demuestra el hecho de que hasta se rebajó a asesinar a varios miembros de su propia familia. Su título pagano, “pontífice máximo,” fue después transferido a los papas de la Iglesia Católica Romana.
14 A través de la Edad del Oscurantismo y la Edad Media, los papas de Roma gobernaron de manera muy parecida a como lo han hecho los reyes de la Tierra. No esperaron hasta que Cristo estableciera su gobernación milenaria desde los cielos. Querían un “reino” entonces, para su propia ventaja egoísta. La Encyclopaedia Britannica describe esto así: “Una de las primeras causas de la corrupción del cristianismo fue el intento de traducir el reino cristiano de Dios en una monarquía visible en la cual los santos heredaran la Tierra de manera literal.” ¡No sorprende el que personas honradas hayan querido oponerse a tal “corrupción del cristianismo”! Sin embargo, la cruel Inquisición, la cual quitó más de 30.000 vidas tan solo en la hoguera, sirvió por mucho tiempo para mantener restringidos a los llamados herejes.
Es de notar que la mayor parte de los “padres” del segundo y tercer siglo no tuvieron su sede oficial en Roma, y escribieron en griego, no en latín. La Encyclopaedia Britannica confirma esto, al declarar: “Hasta aproximadamente el año 250 la mayoría de los líderes cristianos de Occidente hablaban griego, no latín (p. ej., Ireneo e Hipólito). La teología latina principal no provino de Roma, sino de África del Norte (p. ej., Tertuliano y Cipriano)”.
En aquellos primeros siglos de la apostasía, ¿cuáles ciudades fueron los grandes centros de la llamada teología cristiana? No Roma, sino Antioquía, Alejandría, Cartago, Cesarea, Jerusalén y varias ciudades de Asia Menor. The Catholic Encyclopedia admite: “Aunque Roma era poderosa y venerada en el segundo siglo, [...] la interrupción en su literatura es completa. La literatura latina es, por lo tanto, [...] prácticamente dos siglos y medio más joven [que la griega]. Tertuliano es único, y él se volvió hereje. Hasta mediados del cuarto siglo había aparecido tan solo un padre latino [Cipriano, de Cartago, África del Norte]. [...] Desde Cipriano (que murió en 258) hasta Hilario (que murió alrededor del 367 [...] no hubo teología en absoluto”.
¿Cómo, entonces, logró la iglesia de Roma establecer su primacía sobre las iglesias de otras ciudades que habían sido mucho más prominentes que ella en producir “padres de la iglesia”? Sin duda, un factor fue el prestigio de estar situada en la capital del imperio. Ella era una iglesia rica que enviaba ayuda financiera a iglesias más pobres de otras ciudades, y esto proporcionó cierto poder a su obispo. Este empezó a reclamar el derecho de oír apelaciones contra las decisiones de obispos locales respecto a asuntos relacionados con la disciplina de la iglesia.
Además, tal como el emperador pagano de Roma, Constantino, reconocía que él podía usar el cristianismo apóstata para consolidar el imperio decadente, así también el obispo de Roma se dio cuenta de que el paganismo podía proporcionar cierto atractivo popular a su tipo de cristianismo apóstata. La iglesia de Roma había adoptado el domingo de los paganos como día para celebrar la Pascua, mientras que las iglesias de las ciudades orientales habían estado celebrándola en cualquier día de la semana que cayera el 14 de Nisán del calendario judío. Además, mientras que algunas iglesias orientales tendían a seguir a Arrio, quien negaba la doctrina de la Trinidad, Roma prontamente adoptó la idea pagana de un dios trino.
En ambos asuntos, el emperador Constantino salió a favor de Roma. Hizo esto en 321 E.C. por medio de instituir una ley para la observancia del domingo e imponer, durante el Concilio de Nicea de 325 E.C., la Trinidad. Fusionó el cristianismo apóstata con el culto pagano de Roma e hizo que esta forma de adoración “universal” o “católica” fuera la religión del estado.
Entonces, en 382 E.C., el emperador Graciano promulgó una constitución en la que concedió a Dámaso, obispo de Roma, el derecho de oír apelaciones de otros obispos, aun de los que estuvieran en las “regiones más distantes” del Imperio. Aunque los obispos de Oriente y hasta algunos de Occidente rebatieron esta decisión, ésta indudablemente dio autoridad al obispo de Roma. El obispo Dámaso aceptó la insignia de Pontifex Maximus, ¡título y oficio pagano al cual, con el tiempo, el emperador Graciano había renunciado por considerar que no era propio para un cristiano! Dámaso no tuvo dicho escrúpulo. De acuerdo con The Catholic Encyclopedia, Pontifex Maximus todavía se considera uno de los “más notables títulos” que lleva el papa. En francés todavía se llama al papa le souverain pontife, el sumo pontífice.
Cismas, disidencia y reforma
Naturalmente, no dejó de haber quienes se opusieran a la supremacía que reclamaba el obispo de Roma. Los líderes del cristianismo apóstata en ciudades como Alejandría, Jerusalén, Antioquía y especialmente Constantinopla, pusieron en tela de juicio dicha usurpación. No obstante, aunque los líderes religiosos de estas ciudades estaban unidos en cuanto a oponerse a la dominación de Roma, no concordaban entre sí respecto a asuntos doctrinales. Había opiniones contradictorias en éstas y otras ciudades, lo cual resultó en que surgieran diferentes sectas, y todas ellas afirmaban ser cristianas.
Se hicieron varios esfuerzos por remendar la brecha que se hacía cada vez más grande entre las sectas cristianas apóstatas rivales, cuyas sedes estaban en Roma y Constantinopla, y por marcar como herejes a los maestros cristianos apóstatas de otras ciudades mediante organizar varios “Concilios Ecuménicos (universales) de la Iglesia” en el transcurso de los siglos. El primero se celebró en Nicea en 325 E.C. a fin de condenar la “herejía” antitrinitaria de Arrio. Otros se celebraron en Constantinopla (cuatro veces), Éfeso, Calcedonia (justamente al otro lado de Constantinopla, al cruzar el Bósforo), y nuevamente en Nicea. Los primeros siete concilios son reconocidos tanto por la Iglesia Católica Romana como por la Iglesia Ortodoxa. El cuerpo de doctrinas que se forjó en estos concilios incluía la Trinidad, la creencia en que María es la “madre de Dios” y otros dogmas que no tienen nada que ver con el cristianismo de la Biblia. Estos concilios eclesiásticos condenaron varias “herejías” también, de modo que contribuyeron a la formación de aun más subdivisiones (sectas) del cristianismo apóstata.
Es interesante que ninguno de estos concilios eclesiásticos “universales” se celebró en Roma, ciudad que afirmaba ser la sede universal del cristianismo. No fue sino hasta 1123 E.C. que el primer llamado Concilio Ecuménico se celebró en Roma. Pero para entonces el “gran cisma” entre Roma y las iglesias orientales se había realizado, pues la primera separación se efectuó en 867 E.C., y el cisma final en 1054. Por lo tanto, desde un punto de vista estrictamente histórico, nunca se celebró en Roma un concilio verdaderamente ecuménico o universal.
El cristianismo apóstata de Oriente que se separó de Roma no se unió en torno a algún obispo que afirmara ser el vicario de Cristo sobre la Tierra. La iglesia de Constantinopla (que también se llama la Nueva Roma) hubiera querido llegar a ser la “Roma” de la religión ortodoxa oriental. Pero no logró esto. Con el tiempo, la ortodoxia oriental llegó a estar dividida en 15 iglesias nacionales autónomas que conceden una primacía meramente honoraria al patriarca de Constantinopla, ciudad que hoy se llama Estambul. Además, hay varias iglesias orientales independientes que no reconocen la autoridad ni de Roma ni de Constantinopla. Decididamente, el “cristianismo” oriental es una casa dividida.
Después del cisma oriental, la iglesia romana, aunque todavía esperaba reintegrar a las iglesias orientales, por lo menos contaba con ser la señora indisputable de su propia casa... el Occidente.
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como ves,al Emperador Constantino,le intereso crear la iglesia,historiadores diversos y enciclopedias asi lo muestran.
respecto a las "tradiciones",nunca te has preguntado porque en cierta epoca si tenias una biblia te llevaban directo a la hoguera,y,se quemaban las biblias?si,en la "santa inquisicion,ademas porque se hacia la misa en latin,un idioma que no sabia la mayoria del pueblo?y que eran pobres campesinos ignorantes que no sabian ni leer?
Tradiciones:
¿Fueron los Padres de la Iglesia defensores de la verdad bíblica?
“EN LA Biblia no se encuentra la totalidad de la palabra de Dios —afirma Demetrios J. Constantelos, catedrático ortodoxo griego de Estudios Religiosos—. El Espíritu Santo, revelador de la palabra divina, no puede limitarse a las páginas de un libro.” ¿Cuál pudiera ser otra fuente confiable de la revelación divina? Constantelos asegura en su obra Understanding the Greek Orthodox Church (Cómo entender a la Iglesia Ortodoxa Griega) que “la Santa Tradición y la Sagrada Escritura se consideran como las dos caras de la misma moneda”.
El fundamento de “la Santa Tradición” incluye las enseñanzas y los escritos de los Padres de la Iglesia, eminentes teólogos y filósofos “cristianos” que vivieron entre los siglos II y V de nuestra era. ¿Cuánto han influido en el pensamiento “cristiano” moderno? ¿Apoyaron sus enseñanzas en la Biblia? ¿Cuál debe ser la base sólida de la verdad cristiana para el seguidor de Jesucristo?
Contexto histórico
A mediados del siglo II, los que se decían cristianos defendían su fe tanto de los perseguidores romanos como de los herejes. No obstante, aquella era una época de infinitas opiniones teológicas. Los debates religiosos sobre la “divinidad” de Jesús y la naturaleza y obras del espíritu santo no ocasionaron solo desunión intelectual. Los intensos desacuerdos y las irreparables divisiones sobre la doctrina “cristiana” se extendieron a las esferas política y cultural, y en ocasiones fueron la causa de disturbios, rebeliones, conflictos civiles e incluso guerras. “El cristianismo [apóstata] —escribe el historiador Paul Johnson— comenzó en un ámbito de confusión, controversia y cisma, y así continuó [...]: durante los siglos I y II de nuestra era el Mediterráneo central y oriental estaba saturado con una infinita multitud de ideas religiosas, que pugnaban por extenderse. [...] Por lo tanto, desde el principio hubo muchas variedades de cristianismo que tenían poco en común.”
En aquella época empezaron a destacarse escritores y pensadores que consideraban fundamental interpretar las enseñanzas “cristianas” con términos filosóficos. Para satisfacer a los paganos instruidos que acababan de convertirse al “cristianismo”, esos escritores religiosos se apoyaron mucho en la literatura griega y judía anterior. A partir de Justino Mártir (c. 100-165), que escribió en griego, los llamados cristianos complicaron cada vez más sus doctrinas con la asimilación de la herencia filosófica de la cultura helénica.
Esta tendencia cristalizó en las obras de Orígenes (c. 185-254), escritor griego originario de Alejandría. Su obra Tratado de los Principios fue el primer intento sistemático de explicar las doctrinas fundamentales de la teología “cristiana” con los conceptos filosóficos griegos. El Concilio de Nicea (325), en el que se trató de explicar y establecer la “divinidad” de Cristo, marcó un hito y dio un nuevo impulso a la interpretación del dogma “cristiano”. Supuso el inicio de una era en la que los concilios generales de la Iglesia intentaron definir el dogma cada vez con mayor precisión.
Escritores y oradores
Eusebio de Cesarea, cuyas obras datan del tiempo del primer Concilio de Nicea, se relacionaba con el emperador Constantino. Tras dicho concilio, los teólogos, la mayoría de los cuales escribían en griego, se enzarzaron durante algo más de un siglo en un largo y virulento debate sobre lo que acabaría siendo la doctrina característica de la cristiandad: la Trinidad. Sobresalieron Atanasio, el firme y enérgico obispo de Alejandría, y tres guías religiosos de Capadocia (Asia Menor): Basilio el Grande, su hermano Gregorio de Nisa y Gregorio de Nacianzo, amigo de ambos.
Los escritores y predicadores de aquella época alcanzaron un alto nivel de elocuencia. Tanto Juan Crisóstomo (que significa “Boca de Oro”) y Gregorio de Nacianzo, en griego, como Ambrosio de Milán y Agustín de Hipona, en latín, fueron oradores consumados, maestros del arte más popular y respetado de su tiempo. El escritor más influyente de aquel período fue Agustín. Sus tratados teológicos han conformado por completo el pensamiento “cristiano” actual. Jerónimo, el erudito más destacado de la época, tradujo la Vulgata latina, versión de la Biblia hecha a partir de los idiomas originales.
Pero surgen unas preguntas importantes: ¿Observaron atentamente los Padres de la Iglesia lo que dice la Biblia? ¿Basaron sus enseñanzas en las Escrituras inspiradas? ¿Son sus escritos una guía confiable para alcanzar el conocimiento exacto de Dios?
¿Enseñanzas de Dios, o de los hombres?
Hace poco, Metodio de Pisidia, metropolitano de la Iglesia Ortodoxa Griega, escribió el libro El fundamento helénico del cristianismo para demostrar que la cultura y la filosofía griegas suministraron la infraestructura del pensamiento “cristiano” moderno. En su obra declaró sin asomo de duda: “Casi todos los Padres de la Iglesia importantes consideraban muy útiles los elementos helénicos, así que los tomaron prestados de la antigüedad griega clásica y los usaron como un medio para comprender y expresar correctamente las verdades cristianas”.
Tomemos como ejemplo la idea de que el Padre, el Hijo y el espíritu santo constituyen la Trinidad. Después del Concilio de Nicea, muchos Padres de la Iglesia se hicieron partidarios acérrimos del trinitarismo. Sus escritos y exposiciones fueron decisivos para convertir la doctrina de la Trinidad en el punto de referencia de la cristiandad. Ahora bien, ¿es bíblica esta enseñanza? No. ¿De dónde la sacaron, pues, los Padres de la Iglesia? La obra A Dictionary of Religious Knowledge (Diccionario del conocimiento religioso) observa que en opinión de muchas personas, la Trinidad “es una tergiversación tomada de las religiones paganas e injertada en la fe cristiana”. Y The Paganism in our Christianity (El paganismo en el cristianismo) afirma que “el origen de la [Trinidad] es completamente pagano” (Juan 3:16; 14:28).
Veamos también el caso de la enseñanza de la inmortalidad del alma, según la cual una parte del hombre sigue viviendo tras la muerte del cuerpo. Los Padres de la Iglesia desempeñaron un papel decisivo en la asimilación de este concepto por parte de una religión que no enseñaba que un alma sobrevive a la muerte. La Biblia indica con claridad que el alma muere: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4). ¿En qué se basaron los Padres de la Iglesia para creer en un alma inmortal? “El concepto cristiano de un alma espiritual creada por Dios e infundida en el cuerpo en el instante de la concepción para hacer del hombre un ser vivo completo, es el producto de una larga evolución de la filosofía cristiana. No se acepta la idea de que el alma es una sustancia espiritual ni se forma un concepto filosófico sobre su naturaleza hasta la aparición de Orígenes en Oriente y de san Agustín en Occidente. [...] [La doctrina de Agustín] [...] debió mucho (incluidos algunos defectos) al neoplatonismo”, dice la New Catholic Encyclopedia. Y la revista Presbyterian Life afirma lo siguiente: “La inmortalidad del alma es una idea griega originada en antiguos cultos mistéricos y elaborada por el filósofo Platón”.
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espero que la informacion sea util.
y,de ilusiones para los niños y para mi mismo,yo prefiero una ilusion honesta como decirle a mi sobrina que el sabado la llevamos al cine a ver una peli infantil y disfrutar de su alegria,sin engañarla,asi como comprarle un regalito de vez en cuando a mi mujer y disfrutar pensando en la cara que pondra,que no en un autoengaño ilusorio.
se puede ser autentico y disfrutar en la vida.
Si, en lo del consumo también se pasan; yo soy religioso, aunque reconozco que me da más ilusión por estar unos dias en familia, con mi mujer y mis hijos, que por el motivo religioso; no esto orgulloso, ni mucho menos, pero decir lo contrario sería engañarme a mi mismo.
Saludos
Cierto, es bonito y esos momentos no nos los puede quitar nadie, verdad?
Saludos