A los gestores les obligan a cumplir objetivos en seguros, fondos de inversión y, obviamente, en préstamos. Un "pequeño anticipo" les supone el mismo papeleo que un préstamo personal al uso suponiendo éste un 1% de lo que tienen que hacer al mes. Esto, sumado a que muchos tienen contratos temporales pendientes de la próxima renovación, junto a una competitividad del sector brutal, resulta en que las personas actúan de forma poco profesional e inhumana en algunos casos.
No los justifico, pero entiendo por qué hacen algunas cosas.
A partir de ahí, cambia de sucursal o entidad.