#1
Crisis de Wenance
Podemos decir que el tema Wenance en Argentina ha sido como el tsunami que provocó en su momento en España el tema de Forum Filatelico y Afinsa. MIles de pequeños inversores han visto en peligro sus inversiones por la quiebra de Winance.
Por lo que se sabe miles de comerciales a comisión captaban fondos a altísimo interés para fintech, cuya principal actividad era la de prestamos a corto plazo e intereses abusivos (una suerte de Vivus o Moneyman en España - hay miles de sentencia por usura contra estas empresas), los llamados Pay-day loans, osea microcréditos.
El esquema de garantías se realizaba en fideicomisos privados (algo habitual en el país del Tango) y sin control de los reguladores. La fintech está acusada de incumplimiento y estafa por unos 3.000 inversores que depositaron sus ahorros en fideicomisos privados por más de 35.000 millones de pesos (aprox 100 millones de euros)
En los últimos meses, la empresa ha estado en el ojo del huracán debido a su incapacidad para cumplir con sus obligaciones financieras. La subida de tasas y el incremento de la morosidad complicaron sus números, lo que llevó a la empresa a pedir la convocatoria de concurso de acreedores. Además, la alta dirección de la empresa ha renunciado, y la grandisima mayoría de agentes de ventas han desaparecido. La compañía también ha despedido a muchos empleados, lo que ha llevado a los ahorradores a afirmar que “el caos y la desinformación es total”.
La mayor parte de inversores son de Argentina, Uruguay y España, donde opera una filial. Welp.
Por lo que se sabe miles de comerciales a comisión captaban fondos a altísimo interés para fintech, cuya principal actividad era la de prestamos a corto plazo e intereses abusivos (una suerte de Vivus o Moneyman en España - hay miles de sentencia por usura contra estas empresas), los llamados Pay-day loans, osea microcréditos.
El esquema de garantías se realizaba en fideicomisos privados (algo habitual en el país del Tango) y sin control de los reguladores. La fintech está acusada de incumplimiento y estafa por unos 3.000 inversores que depositaron sus ahorros en fideicomisos privados por más de 35.000 millones de pesos (aprox 100 millones de euros)
En los últimos meses, la empresa ha estado en el ojo del huracán debido a su incapacidad para cumplir con sus obligaciones financieras. La subida de tasas y el incremento de la morosidad complicaron sus números, lo que llevó a la empresa a pedir la convocatoria de concurso de acreedores. Además, la alta dirección de la empresa ha renunciado, y la grandisima mayoría de agentes de ventas han desaparecido. La compañía también ha despedido a muchos empleados, lo que ha llevado a los ahorradores a afirmar que “el caos y la desinformación es total”.
La mayor parte de inversores son de Argentina, Uruguay y España, donde opera una filial. Welp.