el problema jexs es que la gente normalmente confundía, y supongo que ahora también, la labor que tiene que hacer un empleado de banca, y la que el cliente CREE que tiene que hacer, si se entra en una sucursal, y se ve a uno en caja, y a tres en mesa sin clientes, la gente solía pensar que los otros tres se están tocando los huevos, cuando no es así.
yo siempre pensé y creo que con razón, que la labor del cajero/a es la más fácil, al mismo tiempo la más sufrida, pero la que tiene menos responsabilidad sin duda, y además siempre suelen estar apoyados por los clientes "...el único que curra aquí...", porque el cliente bancario confundía y confunde, CURRAR con ATENDER, piensa que solo curra el que atiende.
antaño había varios cajeros y un comercial (el director) con el paso del tiempo se pasó a lo contrario, poco a poco, varios comerciales y un cajero, y yo estuve en una oficina en la que no había cajero propiamente dicho.
todas estas actitudes y sensaciones negativas que se describen, se dan en oficinas donde la solidaridad entre empleados se ha perdido, o bien, la presión marcada por la entidad es tan grande que un sentido innato te hacía percibir de un solo vistazo si el cliente que venía era o no de alto valor, obviamente, en esas circustancias, al mal llamado "subastero" se le cazaba facilmente....obviamente entiendo que cada empleado actualmente sabe para que entidad trabaja y sabe que ofrece o no ofrece su entidad, por tanto sabe que perfil de cliente se ha equivocado al entrar.
a lo que iba, cuando la tónica general que percibe el cliente es de desgana, antipatía, o nula celeridad por atenderle, el responsable (actuaciones individuales a parte) es el director/a por permitirlo.
yo he tenido ambientes de trabajo fantásticos, pero tuve un caso insoportable, propiciado por la cobardía extrema de una directora a la que obviamente le venía grande aquel oficinón, y digo culpable ella, dado que permitía ciertos comportamientos de dos elementos que todavía recuerdo (eran tías, y feas por cierto) y pongo un ejemplo, tardaban tanto en atender a clientes que estaban en sus mesas, que estos hartos se levantaban y venían al resto de empleados....esto te lo comes, una, dos, tres y hasta cuatro veces...hasta claro llega un punto en que piensas....!ni trabajo para ellas ni éramos sus machacas!....también por supuesto se hacía la sorda cuando sonaba el teléfono....todo esto repercutía en el trato al cliente, ya que estos sin tener culpa de nada protagonizaban escenas absurdas, lo más absurdo que se vivió en ese infierno fue un técnico del cajero al que nadie le abría el portón de seguridad...
¿oiga quien me abre?
-mis compañeros
¿que te ha dicho?
- que me abráis vosotros
¿porque no te abren ellas?
- dicen que están muy liadas.
- así pues nosotros también
-¿entonces quien me abre?
- preguntale a la directora
esta salió y dijo....bueno...puesss....el primero que termine que te abra....
y no terminó nadie, y el tio se fue sin arreglar el cajero, ya digo surrealista, era una directora que por ejemplo cuando la oficina se llenaba de gente y empezaban los soplidos, y las quejas....se iba!!....y luego llamba por el móvil haber si la oficina se había vaciado....
que tiempos!! los echo de menos en el fondo!!