Hay una anecdota divertida.
Cuenta que un usuario de un banco fue a reclamar que se habían equivocado con él dandole menos dinero del que constaba en el apunte.
El cajero juró y perjuró que eso no era cierto e incluso el director de la entidad aclaró que una vez en la calle, el error era del cliente.
¿Si?, ¿seguro?, ... pues verá, el error real es que me han dado 2000 euros de más, pero aplicando la misma política que usted me indica, no intenten reclamármelos dado que una vez en la calle ya son míos.
El director verificó que aquello era cierto y ... se comió el marrón, aunque otras versiones dicen que fue más honrado que el banco y lo devolvió.
Conclusión al ladrón por su condición.
Saludos.