Parece que hay reacción. ¿Jrocsev, has ido de mani?:
Decenas de miles de personas salieron el domingo a las calles de toda España para mostrar su rechazo a la reforma laboral del Gobierno, que flexibiliza el despido en un país con la mayor tasa de desempleo de la eurozona.
Bajo el lema "No a la reforma laboral injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", las marchas en 57 localidades estaban convocadas por los sindicatos UGT y CCOO, que consideran que el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy recorta sustancialmente los derechos de los trabajadores y consagra el despido libre.
"Queremos corregir en profundidad ésta más que reforma laboral, y ese es nuestro objetivo y las manifestaciones de hoy son un cauce, un instrumento democrático para intentar conseguir ese objetivo", dijo el secretario general de la Unión General de Trabajadores, Cándido Méndez, en declaraciones recogidas por RNE.
La reforma laboral, que seguirá ahora tramitación parlamentaria, establece que los empresarios pueden despedir a los trabajadores con 20 días de indemnización por año trabajado y un máximo del salario anual si sus ingresos caen al menos durante nueve meses. En cuanto al despido improcedente, se recortan de 45 días por año trabajado a 33 días.
Las medidas son vistas como un esfuerzo más del Gobierno para convencer a los mercados de que puede reducir su déficit presupuestario y reforzar la competitividad, permitiéndoles crecer y crear más puestos de trabajo.
Sin embargo, los sindicatos, de los que muchos esperaban la convocatoria de una huelga general, opinan que estas medidas llevarán el desempleo hasta los 6 millones de desempleados, desde los 5,3 millones de hoy.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría dijo que el Ejecutivo respetaba el derecho de manifestación, pero, añadió: "Como Gobierno, lo que nos corresponde es trabajar y hacer las reformas necesarias para que este país vuelva a crecer y crear empleo".
El movimiento de los "indignados", que el año pasado protagonizó históricas manifestaciones contra el sistema y la clase política, se sumó a la marcha en una "columna critica" diferenciada para mostrar su disconformidad con la "cúpula sindical".
Políticos de izquierda se sumaron a las movilizaciones para protestar por una reforma que ha sido impuesta por el Gobierno después de que sindicatos y patronal no alcanzaran un acuerdo.
"Sal a la calle contra el decreto de excepción laboral: El expolio de tus derechos, y un arma de destrucción masiva de salarios y empleos", dijo el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, en su cuenta de Twitter