¿Qué es el 'crawling peg' de Milei y por qué es vital de cara a la dolarización de Argentina?
La acción del nuevo gobierno liberal empieza a dar frutos y, en apenas un mes, el peso argentino se apreció un 25% ante el dólar.
Diego Sánchez de la Cruz 27/2/2024 - 06:45E
En los años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Argentina fue noticia por la
burda manipulación que introdujo el gabinete
peronista en las principales estadísticas macroeconómicas, que fueron deformadas hasta el punto de terminar totalmente vaciadas de veracidad. La revista
The Economist denunció esta institucionalización de la mentira y numerosos observadores internacionales se vieron obligados a construir indicadores extraoficiales para seguir el comportamiento real de la economía del país del Cono Sur. Mauricio Macri puso fin a estas trampas pero las malas prácticas volvieron a estar a la orden del día con la llegada al poder de Alberto Fernández.
Un buen ejemplo de esto último lo tenemos en los trabajos del economista de la Universidad John Hopkins, Steve Hanke, que han venido transmitiendo una imagen fehaciente de la inflación que sufre Argentina, superando las deformaciones y limitaciones de los datos oficiales que han venido compartiendo los sucesivos gobiernos de la izquierda. Hanke estimó el pasado mes de octubre que
la tasa real de inflación anual de Argentina había alcanzado un 239%, más que duplicando el ya de por sí lamentable 138% que admitía oficialmente la Casa Rosada.
Conocida es la apuesta por la dolarización del nuevo presidente, Javier MIlei. Menos conocido es, en cambio, el proceso mediante el cual se puede alcanzar dicho objetivo. De ahí que un oscuro concepto técnico del ámbito monetario haya cobrado especial relevancia en el debate público. Se trata del llamado
"crawling peg", que podríamos denominar como un "ajuste gradual del tipo de cambio".
Para entender su significado, debemos partir de la mentira estadística perpetrada por el peronismo durante años. Si el tipo de cambio oficial fuese el de mercado, si la compra-venta de dólares no estuviese intervenida, si la salida de divisas no estuviese controlada… entonces no habría que hablar de estas cuestiones. Sin embargo, el peronismo se ha especializado en
devaluar la moneda hasta la extenuación y, a renglón seguido, introducir medidas orientadas a limitar el papel del dólar como divisa de refugio. Esto es lo que ha contribuido a
apuntalar la hiperinflación, sumiendo a Argentina en un pozo de miseria.
El gobierno de Milei se ha propuesto superar esta situación "sincerando" el tipo de cambio oficial. Con este movimiento, la brecha entre dicho indicador y el tipo de cambio real se ha empezado a reducir, lo que contribuye a generar transparencia sobre el verdadero poder de compra de la moneda del país. Dicho proceso no es inmediato, sino gradual, porque por un lado se ha modificado el tipo de cambio oficial y, por otro lado, el valor del peso en el mercado ha empezado a revertir su tendencia negativa y ha experimentado una prometedora revalorización en relación con el dólar.
El peso experimenta una apreciación del 25% frente al dólar
Este último fenómeno no es menor, puesto que, al lo largo del primer mes de gestión de Milei,
la apreciación del peso argentino frente al dólar ha sido del 17%, rúbrica que asciende al 25% cuando se realiza un estudio más general del contexto monetario bilateral (es decir, tomando en cuenta la tasa de inflación de Argentina y de Estados Unidos).
A nadie escapa que dolarizar la economía argentina será más sencillo si estos procesos continúan afianzándose. En este sentido, aunque los datos oficiales arrojan una devaluación, tal fenómeno se explica realmente por ese proceso de "sincerar" el tipo de cambio y acercarlo al nivel real que venía marcando el mercado. Ese acercamiento es el "crawling peg" al que se aferra el gobierno de Milei para ir cerrando la brecha que abrió el peronismo y favorecer una eventual dolarización.
Por otro lado, es importante recalcar que el Banco Central de Argentina
ha logrado frenar el aumento desbocado de la base monetaria, poniendo fin al proceso de emisión de divisa que se había desarrollado de forma intensa en los años de gobierno del peronismo. El propio Javier
Milei cifró en el 20% del PIB el peso del dinero de nueva creación introducido en la economía para financiar los déficits presupuestarios del anterior Ejecutivo, pero tal aumento se vería ahora frenado en seco por la política de estabilidad que pretende introducir el presidente liberal.