La crisis de ACS en Iberdrola hace un agujero de 350 millones a Florentino Pérez
El júbilo de Florentino Pérez por la marcha reciente del Real Madrid, club que preside, contrasta con la inquietud por la evolución del negocio de ACS, compañía que controla junto a Corporación Alba (familia March) y “Los Albertos”. La constructora parecía inmune a la crisis pese a su alto endeudamiento, pero la sorprendente venta de un paquete del 3,7% de Iberdrola la semana pasada ha cambiado la perspectiva de los inversores.
ACS niega que la desinversión se deba a la presión de la banca acreedora que le prestó unos 2.600 millones en 2010 para alcanzar el 20% de Iberdrola, operación que le consolidaba como primer accionista y que le servía para meter presión a Ignacio Sánchez Galán en la lucha por mandar en la eléctrica. Pero lo cierto es que ACS tiene multimillonarias pérdidas en Iberdrola, ya que compró unas acciones que ahora valen 3,5 euros a una media a 7. Y, además, ha reducido su presencia del 20 al 14,8% en cuestión de quince meses.
La venta de ese 3,7% le permitirá reducir el apalancamiento, pero le provocará a su vez una pérdida de 540 millones de euros en las cuentas de 2012, más de la mitad del beneficio que obtuvo en 2011. Todo esto ha provocado una oleada de ventas en ACS, que pierde el 21% desde que anunció la desinversión el miércoles 18 de abril. El castigo en el año alcanza el 40%, mientras que en los dos últimos ejercicios acumula un descenso del 60%.
El impacto en el patrimonio de los accionistas es sustancial. Con el riesgo añadido de que algunos como Florentino Pérez financiaron la compra de títulos con deuda bancaria, al estilo de ACS en Unión Fenosa –que vendió a Gas Natural con plusvalías- o Iberdrola. Por lo tanto, les toca negociar con la banca para que no le ejecuten esas participaciones por la caída de los precios. Además, parece difícil que la constructora pueda mantener el ritmo frenético en el pago de dividendos que sigue desde 2007.
Florentino Pérez aprovechó el álgido momento de ACS entre 2005 y 2007 para aumentar su peso dentro del accionariado. La compañía se acababa de hacer con el control de Dragados, la primera constructora española, y daba el salto al sector energético con la adquisición de un 22% de Unión Fenosa a Santander por 2.200 millones. En esos dos años, se hizo con un 5% del grupo que preside por 582 millones de euros.
La media de compra está en 34 euros, aproximadamente, frente a los 13,7 euros a los que cotiza en este momento ACS, que desde los máximos de 2007 (50,6 euros) cae un 73%. Así, las minusvalías del mediático empresario rozan los 350 millones de euros. Pérez controla el 12,5% del capital de esta compañía, 39,39 millones de títulos que a mercado están valorados en 540 millones de euros.
Ni la agresiva política de autocartera ha servido para impedir la sangría bursátil de ACS. Desde 2008, la constructora ha destinado más de 2.000 millones de euros a la compra de títulos propios. Alrededor del 10% del capital se amortizó en los años 2008 y 2009, salida que podría tener también el 7,5% de autocartera que aún conserva para evitar una dilución del accionista, ya que ACS piensa pagar el próximo dividendo con acciones.
La amortización de títulos provoca que los accionistas cobren más porción de dividendo, ya que hay menos títulos entre los que repartirlo. Además, permite a la compañía mantener la cotización en niveles elevados. A costa, eso sí, de cerrar las puertas a otras inversiones. Pérez ha percibido en concepto de dividendos unos 380 millones de euros desde 2005, en tanto que su participación ha subido del 11 al 12,5% por el efecto de la autocartera.
PÉREZ Y LOS JUGOSOS PLANES DE OPCIONES SOBRE ACCIONES
La necesidad aprieta. De ahí que Florentino Pérez prefiriese vender las acciones percibidas en los planes de opciones sobre acciones que guardárselas en cartera. ACS aprobó en 2004 y 2005 dos planes para retribuir al consejo y equipo directivo. Con el primero, se hizo con 1,70 millones de títulos de la constructora a 13,91 euros, cuando la compañía cotizaba en 35 euros. Con el segundo, adquirió 1,4 millones de títulos a 24,1 euros.
La primera operación data del 30 de abril de 2010, y ese mismo día Pérez anunció la venta de 1,127 millones de acciones por 39 millones, a un precio por acción de 34,7 euros. Por tanto, gracias al plan de 2004 obtuvo una plusvalía de 15,3 millones de euros y se quedó con 580.000 títulos en cartera. El 29 de abril del año siguiente, nada más cobrar los 1,4 millones de títulos los vendió en mercado a 34,1 euros, con plusvalía de 14 millones.