Está claro que el proveedor de marca blanca va con unos márgenes muy ajustados, a veces incluso a pérdida como bien dices y le cuesta imputar al cliente subidas de materia prima pero es ese el motivo por el que la marca reconocida tampoco puede hacerlo, y el ejemplo que pongo es palmario 1kg de arroz vale de doble de marca reconocida que de marca blanca y el problema de esto es que la marca no se come, lo que se come es el arroz y el cliente final lo que quiere es arroz, por lo tanto si la diferencia de precio es muy acusada la marca reconocida corre peligro de perder ventas, recurrirá a la publicidad e incurirá en gastos y veremos... ya que la marca blanca no tiene esos gastos que imputar. Creo que en los productos a granel tienen que tener un valor añadido además de la marca para que el público pague ese plus y lo único que queda es la calidad.
Y al respecto de la calidad, pongo otro ejemplo, he visto como una envasadora de aceite de calidad superior lo único que cambia de la marca propia a la marca blanca es la etiqueta, tienen rollos de etiquetas de varias marcas y ante la pregunta de ¿envasas el mismo aceite con diferentes etiquetas? la respuesta es: claro, no tengo otro aceite más que este, lo único que hago es cambiar el rollo de las etiquetas y el precio claro...
Desde mi punto de vista la marca debe usarse en productos más complejos, innovadores y con más márgen, comidas elaboradas, salsas, pastas diferentes, etc... ahí sí la marca sigue aportando valor como activo en balance.
saludos