Coemac (CMC, antigua Uralita): seguimiento del precio
Uralita, la máxima candidata a OPA de exclusión en la Bolsa española
La reciente oleada de OPA de exclusión sobre las cotizadas de la Bolsa española podría no haber escrito su último capítulo a medio plazo. Los expertos han hecho cuentas y creen que la próxima en contar sus días para abandonar el parqué podría ser Uralita. Los rumores al respecto han sobrevolado con frecuencia la firma de construcción. Ingredientes no le faltan.
La compañía de materiales de construcción tan conocidos como la propia ‘uralita’ o el ‘pladur’ es la candidata más repetida en todas las quinielas de los expertos. En pocas semanas se han formulado en el parqué madrileño hasta cinco OPA de exclusión sobre otras tantas cotizadas por parte de sus accionistas mayoritarios y Uralita podría ser la siguiente a falta de que sus dueños, la familia valenciana Serratosa, dueños de la aún cotizada, se animen a dar un paso que ya intentaron hace años.
Los Serratosa controlan un 79,06% de la compañía tanto a título personal como a través de varias instrumentales. La más conocida de ellas es la firma de inversión Nefinsa, que focaliza sus negocios en la constructora y la marca Air Nostrum de la aerolínea Iberia. A esta cifra controlada por los hombres fuertes de la firma habría que sumar las participaciones minoritarias de algunos consejeros de la cotizada.
El ‘free-float’ es, sin embargo, mucho más reducido. Un 4,994% de Uralita está en manos de Caja España-Duero y otro 5% forma la cartera de Atalaya Inversiones, un vehículo de participaciones en el que están presentes Liberbank, Banco Mare Nostrum (BMN) y Caja3. Mientras que la primera ha deshecho recientemente parte de sus posiciones en la compañía, las otras han mostrado en alguna ocasión su interés por hacer caja con alguna de sus participaciones para ganar la tan deseada liquidez que necesitan.
En definitiva, fuera del paquete de las antiguas cajas de ahorros -pendiente según algunos expertos de una buena oferta para desinvertir- poco más de un 5% de su capital social cotiza libremente en Bolsa y, por tanto, es susceptible de caer en manos que pudieran ser reticentes a una hipotética oferta de exclusión de parte de los Serratosa. Es, por tanto, una de las cotizadas del parqué madrileño con menos amplitud de ‘free-float’ pese a no contar habitualmente entre las más ilíquidas.
Para sustentar aún más la tesis de la OPA de exclusión, los expertos recuerdan que los actuales precios de cotización de la compañía -pese a duplicar los mínimos del verano pasado- son mucho más asequibles que los de hace cinco años, cuando los valencianos ya tentaron al mercado con una oferta de retirada bursátil. Además, la posibilidad de que Uralita pudiera participar en los macroproyectos de Eurovegas en Madrid y Barcelona World en Cataluña hace pensar en una paulatina mejora del balance de la compañía de cara a los años venideros.
En otras palabras, y según los brókeres más críticos con este tipo de movimientos, una oportunidad para hacerse con el control total de la compañía a precio de ganga, con el previsible visto bueno de las cajas de ahorros y con vistas a un negocio futuro más agradable que el presente. Al calor de estas quinielas y rumores y de los avances en torno a los dos macrocentros del juego de azar, Uralita está a punto de cerrar el año con una revalorización bursátil del 13% pese a que el negocio del ‘ladrillo’ sigue sin levantar cabeza en España.
Con este escenario, no es descabellado que los analistas se inclinen más por la retirada de Bolsa de la volátil y especulativa Uralita que la de Colonial, donde pese a que sus bancos acreedores son grandes accionistas, la operación parece más complicada que en Metrovacesa: posición de menos dominancia y origen extranjero que dificulta el traspaso de activos inmobiliarios al banco malo. Sin embargo, los Serratosa no tendrían más que copiar el modelo aplicado hace solo unos días por José María Suescun en Corporación Dermoestética para hacerse con la compañía a precio de saldo.
Por último recuerdan que allá por 2007, también a finales de año, la familia valenciana lanzó una OPA de exclusión a través de su firma Nefinsa a 7,06 euros por acción. Entonces, pese a haber mejorado la oferta en 0,06 euros unitarios, solo logró el 35,7% del apoyo del capital de su compañía, cuando un 63,3% no estaba en sus manos. Entonces, Caja Navarra aprovechó para vender pero el resto de sus compañeras mantuvieron cartera. Ahora, éstas parecen ser la clave de una operación que seguiría los pasos de las salidas ya mencionadas junto a las que se ciernen sobre Vueling, por parte de Iberia, y Banesto, por parte de Banco Santander.
Fuente : http://www.elboletin.com/index.php?noticia=67278&name=mercados