Re: Abengoa levanta el vuelo
Llegados a este punto, reaparecen los fondos de inversión, sobre todos buitres, a los que les puede interesar Abengoa o lo que vaya quedando de ella. Sólo un dato: la capitalización en bolsa de la energética se desploma en la misma proporción que su cotización en bolsa. Ahora vale algo más de 450 millones, cuando la ampliación de capital era de 650 millones.
¿Qué hacen los fondos, siempre?: comprar al menor precio posible. Es su norma de funcionamiento básico. Hoy podrían hacerlo, porque el valor es un 70% más barato que ayer. Sin embargo, nada apunta a que vayan a comprar, ahora, porque asumirían el riesgo de entrar en una empresa abocada al concurso de acreedores.
Antes del anuncio de Gestamp, a principios de noviembre, los bancos acreedores ya habían empezado a negociar con esos fondos buitres, para que aportaran fondos a Abengoa. Nunca son lo mejor opción para los accionistas (exigen rentabilidades rápidas respaldadas en activos, lo que siempre pasa por el desguace y la venta por trozos), pero a fuerza ahorcan.
La situación ha cambiado y los fondos buitre esperan a que llegue el momento quick wins (ganancia rápida); es decir, a cuando se declare el concurso, como mínimo dentro de cuatro meses.