ABENGOA hinca la testuz ante dos acreedores que instan el concurso de sus filiales
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La compañía sevillana afronta pleitos con bonistas que rechazan el acuerdo de refinanciación y que han instado el concurso de dos filiales. Los acreedores financieros tuvieron que aceptar una quita del 97% de la deuda
23.04.2018 - 05:15
Las empresas Indes Technics & Solutions –de servicios industriales- y Stratesys –consultoría tecnológica- han logrado recuperar buena parte de la deuda que mantenían con dos filiales de Abengoa, Abener y Simosa IT, tras instar el concurso de estas empresas. La compañía sevillana ha pactado un acuerdo de pago con Indes y Stratesys mucho más beneficioso que el que acordó con la mayoría de sus acreedores para evitar la que hubiera sido la mayor quiebra en la historia empresarial española.
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Abengoa impuso en el acuerdo de refinanciación de su deuda una quita de entre el 70% y el 97%, y una espera de varios años para los acreedores financieros. Con las empresas proveedoras, como Indes y Stratesys, la multinacional energética ha ido negociando distintas soluciones ofreciendo diversas quitas.
Los acreedores que consideran que el pago debido que ofrece Abengoa o sus filiales no es satisfactorio tienen la posibilidad de instar el concurso de la empresa deudora. Para la multinacional energética se trata de un chantaje, las empresas acreedoras que optan por la medida de requerir el concurso lo hacen anteponiendo sus intereses al riesgo de que la filial acabe en liquidación; para los acreedores, se trata de la única posibilidad de recuperar su dinero y también de evitar la probabilidad de que por los impagos de Abengoa tengan que acometer despidos o incluso su propia entrada en concurso.
Unos bonistas han instado el concurso de Abentel y ASA, filiales de Abengoa
En el caso de que los acreedores instantes del concurso puedan demostrar que la empresa acreedora se encuentra realmente en situación concursal, y que el juez de un juzgado mercantil declare el concurso necesario, el acreedor instante del concurso tendrá prioridad a la hora de cobrar las deudas frente al resto de acreedores. Pero para los acreedores, la medida de instar el concurso no está exento de riesgos; se trata de un proceso legal que puede ser costoso, técnicamente complicado, y que en el caso de fracasar puede llegar a acarrear una reclamación económica por daños y perjuicios.
Indes Technics & Solutions presentó a principios de año solicitud de concurso contra Abener en el mismo juzgado mercantil de Sevilla que aprobó la homologación del acuerdo de refinanciación de Abengoa. Indes reclamaba una deuda de 1,5 millones de euros por obras no pagadas en Polonia.
La solicitud de concurso fue admitida a trámite por el juzgado, y Abengoa se avino a negociar un convenio de pago con Indes a cambio de que fuera retirada la solicitud de concurso. De acuerdo a fuentes conocedoras de las negociaciones entre las dos empresas, la compañía sevillana se ha comprometido con Indes a devolver la deuda reclamada en determinados plazos con una quita de tan solo el 20%, y la petición de concurso ha sido retirada.
A finales del pasado año la tecnológica Stratesys presentó solicitud de concurso contra Simosa IT reclamando una deuda superior a los 4 millones de euros. La filial de Abengoa acordó el pago de la deuda tras ser admitida la demanda de concurso contra su filial; fuentes cercanas al proceso hablan de una quita de entre el 60% y el 0%. El pasado mes Simosa IT, con una plantilla de más de un centenar de trabajadores, presentó un ERE para 10 empleados y un ERTE para otros 31.
Concurso contra Abentel y ASA
Más peliagudo si cabe para Abengoa es el caso de los concursos solicitados contra sus filiales Abentel y ASA. Aquí han sido bonistas –acreedores financieros- los que han optado por impulsar la medida del concurso necesario. Con la particularidad de que se trata de bonistas que no están afectados por el acuerdo de refinanciación.
El pasado mes de septiembre, el juez dio la razón a un grupo de acreedores financieros que impugnaron el acuerdo de refinanciación por entender que era "desproporcionado" el sacrificio que Abengoa trataba de imponerles (hasta un 97% de quita). Entre esos impugnantes a los que el juez dio la razón se encuentran un grupo de bonistas acreedores de Abentel y ASA –inversores que compraron bonos emitidos por Abengoa garantizados con estas dos filiales-.
Los bonistas sostienen que existe fraude a los acreedores en operaciones de Abentel y ASA
Ante los impagos de Abengoa, los bonistas han optado por instar el concurso de Abentel y de ASA, contando para ello con el refuerzo de la sentencia del juez a favor de los impugnantes del acuerdo de refinanciación. En ese mismo auto del pasado mes de septiembre en el que el juez del mercantil de Sevilla daba la razón a los impugnantes, el magistrado admitía que varias filiales de Abengoa, entre ellas Abentel y ASA, estaban en riesgo de liquidación, pero no así la matriz.
En los casos de Abentel y ASA, Abengoa no sólo se arriesga a que sus filiales sean declaradas en concurso necesario, sino que se muestre durante el proceso concursal que habrían cometido fraude a los acreedores, al haber estas filiales condonado la deuda con su matriz en lugar de haber pagado antes a sus acreedores.
Esta semana y la próxima se celebran vistas en los juzgados mercantiles de Bilbao y Sevilla por los casos de las solicitudes de concurso necesario contra ASA de Sulfatos y Abentel.
Los bonistas que han instado el concurso de ASA defienden que la empresa tenía un activo, inmobiliario, valorado en más de 40 millones de euros, y que prestó a su matriz Abengoa. Por esa operación, ASA era acreedora de Abengoa, pero al firmar el acuerdo de refinanciación, ASA condonaba la mayor parte de la deuda a su matriz, a pesar de que tenía pendiente el pago a sus otros acreedores, entre ellos estos bonistas, lo que supondría fraude de acreedores.
Los mismos bonistas han instado el concurso de Abentel, filial de Abengoa que traspasó su activo a Ericsson; en esa operación la multinacional sueca asumió la deuda de Abentel. Los bonistas sostienen que también aquí hubo fraude a los acreedores, al proceder a la operación del traspaso del activo a Ericsson sin responder previamente a sus obligaciones como deudor.
Aunque el acuerdo de refinanciación está blindado por orden judicial, el juez del mercantil de Sevilla explicó en un auto de aclaración al auto de homologación, que las operaciones posteriores al acuerdo de refinanciación, como la operación de Abentel, no gozan de ese mismo blindaje, advierten fuentes judiciales consultadas.