La verdad es que Telefónica, cara al cliente, son unos bucaneros. Desde hace siglos mis experiencias con ellos han sido atroces: pésimo servicio cuando tenían el monopolio, en el tiempo de las BBS y las líneas punto a punto, antes de internet, cortes contínuos y precios de conexión totalmente abusivos. Después ya con internet costó un triunfo la obtención de la tarifa plana. Ahora con el mercado totalmente liberalizado, lo sé por casa de mi madre, que es fanática de Telefónica "porque son los de toda la vida", le tengo que repasar las facturas con lupa, ya que siempre se equivocan y siempre a su favor: paso la vida reclamando supuestos errores.
El último fue tras contratar Fusión, instalaron fibra óptica y comprobé que la velocidad no había aumentado nada. Me puse en contacto. Me respondieron que con la fibra óptica hasta el portal no se adelantaba nada, sino que tenía que llegar hasta el router, pero que nos lo ponían gratis simplemente ampliando la permanencia tres meses. Adelante, les dije. Desde entonces, hace dos meses de eso, nos facturan como si hubiésemos pedido subida de velocidad a 300 Megabits (cuando la velocidad real sigue siendo de 30). Reclamación un mes. Al mes siguiente vuelven a facturar lo mismo sin haber retrocedido la pasta del mes anterior. Llamé ya cagándome en sus muertos, diciéndoles que soy ingeniero informático y que si se creen que soy gilipollas, que me pongan la grabación donde yo contraté tal cosa, que me den el número de reclamación y que lo retrocedan y arreglen YA o se preparen para una protesta en toda regla ante la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Esa es Telefónica. Lo que me extraña es que no quiebre o que no cierre en España por falta de clientes, tras haber pegado todos la espantá hacia empresas más serias. Lo que os aconsejaría es que miráseis con lupa sus facturas quienes seáis clientes de "Timofónica".