Aunque duela decirlo y desde fuera, unos accionistas que no hacen mas que perder, que recibir esperanzas cada vez que hay una junta de accionistas y que llevan años venerando a buena parte de la culpa ( gestores de la compañía), quizás sea lo que merecen, entre la aceptación y la sumisión hay una gran diferencia.
Los accionistas deben exigir resultados, responsabilidades, explicaciones.