Dos protagonistas de renombre. Goldman Sachs, el banco que mueve el mundo, y el Banco de España (BdE), el supervisor del sistema financiero español. Y los dos unidos por un fin: el primero, por encargo del segundo, ha culminado la venta de la participación que el BdE tenía en Bolsas y Mercados Españoles (BME), la sociedad rectora de los parqués españoles. Ese paquete, de 4,46 millones de acciones representativas del 5,33% de la compañía, situaba al BdE como el principal accionista de BME.
Ya no lo será. Con su retirada pone fin a una relación histórica que comenzó a diluirse cuando la Bolsa salió a bolsa en julio de 2006. De hecho, esta maniobra tiene un alto componente simbólico. Por un lado, acaba con una reminiscencia de cuando los mercados españoles eran gestionados por organismos públicos. Y por otro, implica que el Banco de España se deshace de la que hasta ahora era su única inversión en una compañía cotizada.
La noticia saltó ayer a las 18.39 horas. En ese momento, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó un Hecho Relevante en el que Goldman Sachs comunicaba que estaba realizando "una colocación privada entre inversores cualificados" del 5,33% de BME que estaba en manos del Banco de España. ¿El formato elegido? Una "colocación acelerada" con "una duración no superior a un día". Dos minutos después, y con otro Hecho Relevante, BME confirmaba que había "tenido conocimiento del inicio del proceso de colocación". Y hoy, otro comunicado a la CNMV, a las 7:43 horas, ha ratificado el cierre de la operación.
La entidad gobernada por Luis María Linde no ha dado este paso en cualquier momento. Lo emprende cuando las acciones de BME cotizan en máximos desde 2008, en los 28,49 euros, cada vez más cerca de los 31 euros a los que se estrenaron en bolsa en 2006. Hasta la fecha, acumulan una revalorización del 57,5% en 2013, una ascensión impulsada, principalmente, por el incremento del volumen de negociación y de la actividad contratadora en la renta variable española, la unidad de negocio con más peso en la cuenta de resultados de BME.
A ese precio, el valor de mercado de ese paquete de acciones hubiera alcanzado los 127 millones de euros, muy por encima de los 69,18 millones a los que el Banco de España valoraba su participación en BME a finales de 2005, el último año antes de la salida a bolsa. Finalmente, la colocación se ha cerrado con un descuento del 4% sobre el cierre de ayer: 27,35 euros. Es decir, el BdE ha ingresado 122 millones de euros con la maniobra. Ya en el momento de su salto al parqué, el BdE ingresó 115 millones de euros con la venta de 3,7 millones de títulos de la rectora. Tras esta operación, su participación menguó del 9,78% al 5,33% que había mantenido hasta la actualidad.
Y aún hay más. Lejos de pensar que el BdE vende ahora por debajo de los 31 euros a los que BME se estrenó en bolsa, hay que recordar el jugoso dividendo que abona la compañía y que también ha ido a parar a las arcas del supervisor bancario durante estos años. Sólo en 2012 reportó 8,8 millones de euros al Banco de España, cifra que, desde el salto al parqué y contando con las retribuciones abonadas en 2013, eleva ese premio hasta los 75 millones de euros. En definitiva: su presencia en BME ha sido una formidable inversión para el organismo.
Como reconoce el supervisor en un comunicado difundido hoy, "la participación del Banco de España en BME siempre se consideró transitoria". Además, con la venta da "cumplimiento a la recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en ese sentido, recogida en su informe de 30 de mayo de 2012 Evaluación sobre la Estabilidad del Sistema Financiero Español".
Hoy las acciones de la compañía cotizan la noticia con un desplome del 4% que llevan el precio de los títulos hasta los 27,3 euros.
La salida del Banco de España se produce en paralelo al repliegue -total o parcial- de otros accionistas de referencia. Durante 2013, BBVA ha ido reduciendo su participación, primero del 6,619 al 4,094% y luego de este nivel al 2,533%; y en 2012, Bankia vendió el 4,137% que poseía en la rectora de los mercados españoles. Tras estos movimientos, CaixaBank queda como el principal accionista, con un 5,01% de BME. En medio de todas estas desinversiones, llama la atención la compra que realizó el gigante escocés Standard Life, que se hizo con el 1,05% del capital a finales de septiembre.
En la operación, N+1 y Cuatrecasas, Gonçalves Pereira han actuado como asesores del Banco de España y Goldman Sachs International como entidad colocadora
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