http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/54716-la-banca-aparca-sus-diferencias-cierra-el-proyecto-fenix-y-pagara-millonarias-comisiones-a-n-1-y-mckinsey
El banco malo empresarial, el conocido como ‘Proyecto Fénix’, está a punto de convertirse finalmente en realidad. Tras meses de diferencias entre la gran banca, de desencuentros entre el G6 con N+1 y Mckinsey, los impulsores del proyecto junto a Bankia, y de presiones políticas del ministerio de Economía para que Fénix salga adelante, la constitución de la sociedad que dará viabilidad a empresas altamente endeudadas se firmará en los próximos días. 'Fénix S.L.' podría constituirse antes de final año pero, dadas las fechas en las que estamos, puede retrasarse a la primera quincena de 2015”, confirman varias fuentes del sector.
En las últimas semanas se han terminado de desbloquear los últimos flecos del proyecto. Uno de ellos ha sido lograr un acuerdo en cuanto a las comisiones que percibirán N+1 y McKinsey por la gestión de Fénix. Los altos ‘fee’ solicitados por ambas firmas, como adelantó este medio en abril pasado, fueron una de las causas por las que la banca se planteó descartarles como gestores. Sin embargo, ambas firmas han constituido una sociedad, ajena a la estructura societaria de Fénix, con la que se gestionará finalmente este vehículo.
El fondo de capital riesgo Abac aportará 30 millones en Válvulas Arco, lo que le permitirá tomar el control de la empresa y que ésta quede fuera del banco malo
El arranque del proyecto supondrá para N+1 y McKinsey unos ingresos de 2,4 millones. Cada año, ambas firmas se repartirán 1 millón de euros por la gestión de Fénix. Además, el acuerdo con la banca establece el cobro por otros dos conceptos. Así, percibirán una cantidad fija por cada nueva empresa que entre a formar parte de Fénix. La entrada de la primera empresa supondrá unos ingresos de 500.000 euros; por la segunda, 400.000 euros; por la tercera, 300.000 euros, mientras que a partir de la cuarta empresa, la comisión llega a los 200.000 euros. De esta manera, la creación de Fénix supone un desembolso para la banca de 1,4 millones ya que nacerá con cuatro empresas (GAM, Bodegas Chivite, Comdesa, Ros Casares). Finalmente, N+1 y McKinsey también percibirán una comisión de éxito: el 20% de las plusvalías que aporte cada empresa.
Finalmente, Válvulas Arco no entrará en Fénix, después de meses de intenso enfrentamiento entre la propiedad con las entidades. Sus dueños y la banca han encontrado una solución individual con la llegada del fondo de capital riesgo Abac, que aportará 30 millones y le otorgará el control de la empresa.
Fénix será una sociedad limitada, que nacerá con un estructura de capital dividida entre una aportación inicial en efectivo de 1,6 millones y la capitalización de la deuda de cada una de las empresas que forman parte de la sociedad. La participación de los bancos en su accionariado dependerá de cuántas acciones canjeadas por deuda de las empresas participadas posean, con lo que el reparto del capital de Fénix ira variando a medida que se vayan incorporando firmas. Con todo, se ha establecido que ninguna de las seis entidades tenga más del 20% de los títulos de la firma de forma sostenida en el tiempo, ya que ello le obligaría contablemente a incorporar toda la sociedad en sus cuentas.
Las fricciones por el reparto accionarial se han solucionado de forma salomónica: ninguna entidad podrá tener más del 20% de los títulos del banco malo
Precisamente, el reparto de poder entre Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Popular ha constituido otro de los puntos de fricción entre la banca. Ningún banco estaba dispuesto a ceder más porcentaje que el resto, por lo que finalmente se ha llegado al consenso de tener idéntica participación. Incluso se establecen mecanismos de venta si un banco supera ese 20%.
Lo normal es que las empresas estén un mínimo de cinco años en Fénix, hasta que estabilicen su situación financiera, y no se esperan compradores al menos en los tres primeros cursos. Los bancos prevén ir añadiendo más compañías y ya trabajan en otro paquete de entre cinco y siete adicionales para incorporarlas, alguna de ellas en no mucho tiempo. Normalmente son firmas de menos de 150 millones de deuda, pero fuentes cercanas no descartan ir a firmas más grandes más adelante.
La banca ya ha detectado otro paquete de entre 5 a 7 empresas que entrarán a formar parte de Fénix durante el próximo ejercicio
Se estudia que la presidencia sea no ejecutiva, no remunerada y rotatoria, ocupada por los interventores generales o responsables de gestión de riesgo de los seis bancos. También se ha analizado elegir a un exalto cargo del sector.
Esta "presión política", según alguno de los participantes menos entusiastas, es la que ha hecho que el proyecto salga adelante finalmente. A su juicio, los bancos podrían haber gestionado sus participaciones en las empresas, tras haber reestructurado su deuda, sin necesidad de reunirlas en Fénix. De hecho, va a nacer con menos ambición de la prevista: al principio se habló de 30 empresas.