Buenos días:
Todo el sector de las energías renovables en el mundo está en caída libre desde hace semanas, no se trata de algo aislado de Abengoa. La bajada del petróleo y el hecho de que tienen una beta más alta de la media explica en gran parte el fenómeno. Pero en el caso de Abengoa la caída es doblemente preocupante, no sólo por su magnitud, sino porque la empresa está justamente todo lo contrario de saneada. Ya sabéis mi opinión sobre sus cuentas, la encontraréis en mi blog si queréis refrescar conceptos.
Hasta ahora no he sentido la tentación de ponerme corto en ella. Yo en esto de la bolsa soy bisexual y no me da vergüenza alguna admitirlo, tengo el mismo respeto a los bajistas que a los alcistas. Os puedo asegurar que si Ortega o el mismísimo Benjumea salieran a la palestra expresando tranquilidad, preocupación o cualquier otro sentimiento por el precio de la acción, para mí sería señal suficiente para ponerme corto, bajista o como lo queráis llamar, porque perdería toda mi confianza en la empresa.
Un directivo debe estar al pie del cañón en la gestión diaria de la empresa, y no pendiente de la cotización de la acción. Ya sabéis como acaban las empresas cuyos directivos van de ese palo, en el MAB hay varios ejemplos: Gowex estafa, Carbures suspendida, Ebioss con serios problemas...
Sólo hago una excepción a esa norma: Que el directivo esté atento a si el valor se desploma lo suficiente como para que sea rentable para el negocio hacer autocartera con el sano propósito de amortizar títulos a fin de retribuir al accionista, como hace Buffett de forma periódica con BRK.
Saludos.