Los mercados todavía no han descontado el riesgo electoral. En este sentido, de mantenerse el continuismo político la prima de riesgo no tendría que sufrir repuntes a pesar de la dificultad para gobernar en cualquier escenario. Mientras tanto, un cambio de gobierno estaría limitado en su capacidad de actuación al estar en minoría y aunque un retraso en los objetivos de ajuste fiscal llevaría a repuntes acotados en la prima de riesgo de hasta +30 puntos básicos, esto sería gracias a las compras del BCE (que desvirtuarían esta variable como una indicación de la percepción de riesgo), y cabría esperar un retroceso más importante del Ibex hasta los mínimos del año (-12% frente al nivel actual).
Aunque no sea totalmente comparable la situación actual con la de las elecciones en diciembre (hoy hay más riesgos encima de la mesa para los mercados y más dudas sobre el crecimiento) en ese momento la prima de riesgo llegó a repuntar de 125 puntos básicos hasta 160 frente a los 142 actual, si bien parte del repunte vino por la caída en la TIR del bono, el deterioro en las expectativas de crecimiento mundial y la ampliación del QE del BCE (como queda reflejado por el estrechamiento del diferencial entre España e Italia). El Ibex 35 cayó un -4,77% en el mes siguiente y -10% hasta hoy, sin embargo parte de la caída se debió a otros factores (crecimiento mundial) y en relativo (frente al Euro STOXX 50) cayó -3,6% (-1,48% hasta la fecha).
En cuanto a sectores, los más afectados por un cambio de Gobierno serían las más vinculadas con la economía y las reguladas y eléctricas (prima de riesgo y regulación), junto a Inmobiliarias (posible cambio en la fiscalidad y prima) y Hoteles. Por el contrario las compañías que estarían más resguardadas serían las menos expuestas a España, como Acerinox, IAG, Arcelor, Inditex o Repsol.