La bolsa está estupenda, hasta que deje de estarlo
Tradicionalmente la explosión de los chicharros bursátiles marca el final de las fases alcistas maduras, o bien preludian una corrección en mercados que se anticipan en exceso al ciclo económico que, en nuestra opinión, es nuestro caso.
La hora de las inmobiliarias no ha llegado, pero los jugadores bursátiles se han lanzado a comprar sus acciones como si fuesen joyas ignoradas. Y no me sirve que hayan invertido en ellas algunos magnates financieros, piratas al fin y al cabo, que saldrán mejor parados que el pobre especulata, que además de pobre, suele tener poco conocimiento. Porque estarán conmigo que hay que ser tonto de capirote para comprar acciones de una empresa, que está en la ruina o al borde de ella, cuando ha subido más de un 50% en tres días. Pero no es mi intención dedicar un texto a los ludópatas. No es una especie a extinguir. Es una enfermedad que debe transmitirse por vía genética, porque arruinada una generación, llega la siguiente a cometer los mismos errores.
http://www.expansion.com/blogs/hodar/2015/02/24/la-bolsa-esta-estupenda-hasta-que-deje.html