Pues sí, cinco como poco. Pero recuerda que lo que yo he dicho es que estoy dispuesto (o sea, preparado) a aguantar cinco años, otra cosa es que realmente llegue a ese plazo (o lo supere). Si el objetivo que me he propuesto (y esto es lo realmente difícil, establecer el precio de salida) se alcanza antes, pues antes vendo.
Hay que tener en cuenta que uno debe ser responsable con las circunstancias, asumir que se pueden establecer niveles de salida incorrectos (tanto por expectativas demasiado altas o demasiado bajas) o que las condiciones geopolíticas/geoeconómicas deriven a zonas extremas que aconsejen recoger velas antes de lo deseado. O sea, que aunque me curro mucho el precio al que quiero vender intento ser muy sincero conmigo mismo y si el mercado me demuestra claramente mi error intento corregirlo cuanto antes.
Saber medir las fuerzas propias es lo más complicado de todo esto, a mi entender. Es el factor principal para iniciar una estrategia con las mejores posibilidades de éxito. Y por mucha experiencia que se tenga siempre hay que tener la humildad de que el mercado te ponga en tu sitio...