Hoy, en "historias desde el mundo real", la visita obligada de Juan a un restaurante chino:
Ayer por avatares de la vida mi acompañante se empeña en picar algo en un restaurante chino de esos aparentemente "de batalla" pero decorado "moderno pero cutre" y céntrico. Esos sitios donde unos tallarines básicos o una arroz frito costaban 3,50 euros hace nada.... (no nos podíamos haber ido a un buen restaurante.. había que empeñarse en ir al chino jaja)
Ya de entrada estamos fuera del local... y sale un chino de dentro a invitarnos a pasar! Y yo pensando... ufff qué mal rollo... esto es como los restaurantes griegos del centro de Paris donde hay uno parado en la puerta intentando meter dentro los turistas a la fuerza si hace falta...
Entro y veo la carta y ya veo que los precios son un despropósito pero digo.. bueno, qué le vamos a hacer! Así es la vida!
Acabé pagando 30 euros por una "cena", o más bien un picoteo, que antes no llegaría ni a 12 euros... unos tallarines básicos a 7 euros. Un plato mínimo de costilla en salsa agridulce por 12 euros... pinchitos enanos a precio de caviar... en fin, que así va la "economía".
Por supuesto el sitio estaba vacío, sólo estábamos nosotros.
Moraleja: a veces toca hacer el primo por culpa de otro (mi acompañante)