En España la clase media española sólo sirve de comparsa, de "paganini de la fiesta del derroche y el despilfarro" y como "personal de servicio".
Para los pocos que no lo tenían claro la pandemia se apresuró a dejarlo bien clarito: mientras los franceses venían a Madrid a tomarse copas tranquilamente, Pedro Sánchez decretaba un confinamiento ilegal y completamente inconstitucional por el que nadie le ha pedido responsabilidades penales, como corresponde a un acto de prevaricación y a una patada a la constitución de ese calibre.
Los españoles podían salir de casa para servirles las copas a los franceses: personal de servicio.
La policía irrumpía en domicilios particulares, privados, con la excusa de que había una fiesta, y sancionaba por una actividad desarrollada en un domicilio PRIVADO y totalmente legal.
Referente a la sanidad pública, tienes toda la razón: no es gratis; solamente la paga otro. Además podéis hacer la prueba: id a la seguridad social, a urgencias, y recibid atención médica (que te vea el médico nada más, nada fuera de lo normal)... luego di "que te hiciste daño en el trabajo" e inmediatamente te pasan un facturón porque eso tiene que ir por la mutua de la empresa.
Usar los trenes de RENFE tampoco es gratis: lo paga otro. Ir a los conciertos de las fiestas patronales no es gratis: lo paga otro con sus impuestos. Los cohetes (no están los tiempos para tirar cohetes) y la pirotecnia no son gratis: los paga otro, encima para tener que soportar ese ruido absurdo.
En España los españoles somos comparsa nada más. Estamos aquí apaleados fiscalmente y atracados por todas partes (ya hasta en las facturas de gas y luz) sólo para pagar las idioteces del gobierno de turno. La primera medida de Pedrito fue traernos a Valencia un buque repleto de inmigrantes ilegales a los que mantener. Esto no se ve en ninguna parte.
Fijaos si será manipulador este gobierno que hasta Ana Blanco, la persona que durante más de 30 años y con gobiernos de todo signo dio los telediarios en La1, no tenía tragaderas suficientes para seguir ahí y contar las mentiras que les ordenan difundir.