Es muy sencillo, hace no mucho el Ibex coqueteó en varias ocasiones con el entorno de los 11000, se veía que no había gasolina en el índice, luego resultaba razonable posicionarse corto, por una cuestión de mera observación, nada más. Yo opero generalmente intradiario, cerrando operaciones al término de la sesión, aunque excepcionalmente me quedo dentro, hoy por ejemplo ha sido el caso, cerrando posiciones largas en la apertura. Yo no me pongo ninguna meta, eso de "Cuando llegue a 12500, entonces veré" porque hasta que llegue a esa cifra, si llega, pueden pasar muchas cosas, subidas, bajadas, y no me parece lo más adecuado afrontar una montaña rusa como si fuere una larga recta. Si hay tres días seguidos de bajada, lo normal es que el cuarto baje, y coloco mi posición acorde a esta hipotética tesitura, si el mercado está tranquilo, habrá una alternancia, relativamente previsible, si hay rally alcista, entonces puede subir siete u ocho días seguidos, si es bajista, no tanto, habrá rebotes, y las caídas serán de tres, a lo sumo cuatro días seguidos, o con una alternancia con desigual profundidad (más fuertes las caídas, más débiles las subidas). Después, hay momentos en que la entrada es singularmente clara, pocos, pero los hay, por ejemplo, cuando antes del fin de año anterior bajó hacia el entorno de los 9600 puntos, pero claro, lo que ocurre es que poca gente tiene liquidez cuando se llega a tales simas, puesto que suelen estar atrapados, pero este inconveniente, a mi entender muy grave, queda orillado cuando uno opera intradía o en periodos muy cortos de tiempo, luego cuando surge la oportunidad, si surge, puede tomar posiciones fuertes, una ventaja nada desdeñable. Aun con todo lo dicho, se gana y se pierde, porque donde hay dinero, bien lo sabe usted, es la jungla.
Reciba un saludo cordial.