El crecimiento de la economía china ofrece signos de ralentización, después de que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del gigante asiático haya publicado datos de consumo minorista y producción industrial para el mes de julio por debajo de las referencias del mes anterior, reconociendo el impacto de la propagación de la epidemia de Covid-19.
De este modo, las ventas del comercio minorista de China registraron en julio un crecimiento interanual del 2,7%, cuatro décimas menos que en el mes anterior, mientras que en el acumulado de los siete primeros meses del año el dato retrocedió un 0,2% interanual, medio punto porcentual por debajo de la lectura del primer semestre de 2022.
"En julio, el mercado de consumo se vio afectado por factores como la propagación de la epidemia y la disminución de la tasa de crecimiento de las ventas de productos de viaje, por lo que el crecimiento de las ventas se desaceleró", indicó Fu Jiaqi, estadístico del Departamento de Comercio y Asuntos Económicos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
No obstante, el funcionario defendió que, en general, con la implementación de una serie de políticas y medidas para promover el consumo, el mercado mantuvo una tendencia de recuperación.
Por otro lado, la oficina estadística china informó también de que en julio la producción industrial del giganyte asiático aumentó un 3,8% interanual, una décima menos del incremento observado en junio.
En este sentido, la oficina apuntó que, si bien las políticas para estabilizar el mercado han sido efectivas en general, también se debe tener en cuenta que los factores de perturbación de la epidemia aún existen, mientras que el entorno externo se ha vuelto más complejo y severo, por lo que la confianza de los productores aún es débil.
El economista senior para China de la consultora Capital Economics, Julian Evans Pritchard, ha advertido de que los datos de julio sugieren que la recuperación posterior a los confinamientos "perdió fuerza a medida que se desvaneció el impulso de la reapertura", por lo que las perspectivas seguirán siendo desafiantes en los próximos meses a medida que las exportaciones pasen de viento a favor a viento en contra, la recesión inmobiliaria se profundice y las interrupciones del virus sigan siendo un lastre recurrente.
Ante una potencial desaceleración de la actividad más intensa de lo esperado, el Banco Popular de China (BPC) decidió este lunes de manera inesperada recortar dos de sus principales referencias para los préstamos a las entidades bancarias del país.
De este modo, el banco central chino ha rebajado en diez puntos básicos, hasta el 2% desde el 2,10%, la tasa aplicada a las operaciones de recompra inversa (repos) con vencimiento a siete días, mientras que ha situado en el 2,75% desde el 2,85% la tasa aplicada a los préstamos a medio plazo con vencimiento a un año.
En este sentido, el Banco Popular de China anunció que "con el fin de mantener una liquidez razonable y suficiente en el sistema bancario" inyectó 400.000 millones de yuanes (57.791 millones de euros) a través de la facilidad de préstamo a medio plazo, con un 2,75% de interés, mientras que realizó una operación de refinanciación inversa por importe de otros 2.000 millones de yuanes (289 millones de euros) a siete días