El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics registró un beneficio neto atribuible de 1,4 billones de wones (945,1 millones de euros) en los tres primeros meses de 2023, lo que representa un desplome del 87,4% en comparación con el resultado contabilizado entre enero y marzo de 2022.
El beneficio operativo de la multinacional en el periodo alcanzó los 0,64 billones de wones (432 millones de euros), un 95,5% menos, mientras que las ventas de Samsung sumaron 63,75 billones de wones (43.036 millones de euros), un 18% menos que un año antes.
Entre enero y marzo, la división de electrónica de consumo y comunicaciones móviles (DX) registró unos ingresos de 46,22 billones de wones (31.202 millones de euros), un 4% menos, mientras que la división de memorias (DS) se anotó unos ingresos trimestrales de 13,73 billones de wones (9.269 millones de euros), un 49% menos. Además, esta caída fue del 32% respecto del cuatro trimestre de 2022.
Después, la división de redes se contrajo un 2% y se quedó en los 31,82 billones de wones (21.481 millones de euros). Las ramas de VD/DA y SDC brindaron a la compañía un 11,7% menos de ingresos, lo que se tradujo en 20,69 billones de wones (13.967 millones de euros) frente a los 23,44 billones de wones (15.824 millones de euros) anteriores. Por el contrario, la única división que mejoró su resultado fue Harman, con un 19% más interanual, e ingresó 3,17 billones de wones (2.140 millones de euros).
"Los resultados cayeron de forma considerable trimestre a trimestre por la bajada de los precios y la creciente pérdida de valor, que también incluye a las DRAM [memorias dinámicas de acceso aleatorio], tras el empeoramiento de las perspectivas y los continuos impactos de los ajustes de inventario de los clientes causado por la prolongada incertidumbre externa", ha explicado la compañía sobre el negocio de chips de memoria.
Las previsiones de esta sección de cara al segundo trimestre asumen que "una recuperación de la demanda se verá probablemente limitada por unos niveles conservadores de inversión" y por los ajustes de inventarios, que continuarán. No obstante, el área de móviles y PC mantendrá "intacta su tendencia de alta densidad", al tiempo que las reservas de componentes y bienes terminados de los clientes estarán en "niveles sanos".
De su lado, los costes de producción, de venta, generales y administrativos de Samsung Electronics se mantuvieron prácticamente inalterados en los 63,66 billones de wones (42.975 millones de euros).
En suma, la rentabilidad financiera de la compañía se hundió hasta el 2% desde el 15% del primer trimestre de 2022, y el margen sobre el resultado bruto de explotación (Ebitda) se quedó en el 15%, la mitad que un año antes.
MEGACOMPLEJO DE SEMICONDUCTORES
Samsung Electronics anunció a mediados de marzo que construiría a las afueras de Seúl un gran complejo de fabricación de microchips por 300 billones de wones (202.521 millones de euros) para competir con la taiwanesa TSMC y la estadounidense Intel.
La factoría incluirá, en 2042, cinco instalaciones de alta tecnología además de otras 150 empresas especializadas en materiales, componentes y fundición sin fábrica ('fabless'). La planta se levantará cerca de otras ya existentes de la propia Samsung Electronics y de SK Hynix.
"El megacomplejo abarcará la totalidad de la cadena de valor de los semiconductores", dijo entonces, por su parte, el Ministerio de Comercio, Industria y Energía coreano. "El Gobierno implementará las medidas necesarias para posicionarnos como líderes en la industria de los semiconductores sin perjuicio de cooperar con el sector privado", añadió.
De hecho, el plan fue anunciado el miércoles 15 de marzo por el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, y fue confirmado por Samsung posteriormente. "Las industrias punteras son la base del crecimiento económico, así como la seguridad y los activos estratégicos, los cuales se encuentran claramente imbricados con el empleo y el bienestar social", afirmó el mandatario. De llegar a término, será la mayor concentración geográfica de la industria de los semiconductores del mundo, según el ministerio.
Además, el Ejecutivo de Yoon abandera un plan de inversiones de 550 billones de wones (371.288 millones de euros) hasta 2026, en el cual se enmarca este megacomplejo, para las industrias de chips, pantallas, baterías, biotecnología, electromovilidad y robótica. El objetivo es crear una cadena de suministros propia y de alto valor añadido que refuerce la autonomía de Corea del Sur en el terreno tecnológico.
"La competición hegemónica entre los Estados Unidos y China por la supremacía tecnológica está derivando en una guerra abierta", advirtió Lee Chang-yang, ministro de Comercio, Industria y Energía