Hay una diferencia fundamental entre brókeres, ya que existen de dos tipos:
-Cobran comisión fija sea cual sea el importe de la operación (incluso algunos segmentan el importe fijo en tramos con importes inferiores para cantidades pequeñas).
-Cobran comisión porcentual según el importe de la operación.
Aunque no lo parezca, el coste entre uno y otro, puede ser espectacular (al fondo pantallazo). También entre los importes fijos existen grandes diferencias. Todo ello si vas a orientarte a ser activo en el mercado (trading, daytrading, scalping). Además, los brókeres con comisión fija tienen una ventaja, para mí fundamental sobre los otros: si modificas el volumen de compra, reduces la comisión por acción, con lo cual, puedes hacer scalping adaptativo, ya que puedes modificar las tres variables fundamentales para operativa: volumen, recorrido y/o comisión por acción.
De hecho, el coste entre uno y otro va a determinar toda tu operativa. Imagina que haces una compra y que tu coste por acción es de 0,30 €. Esto te supondría que tus títulos tendrían que tener un recorrido al alza de 0,60€ para que "empataras" (coste de compra + comisión) y, solo a partir de ahí, comenzarías a tener plusvalías latentes.
No obstante, dependiendo del volumen de la cartera y número de operaciones realizadas, incluso el fijo que te cobran puede ser negociable como cualquier otra comisión. Es obvio, que si no eres un cliente "rentable" y pides rebaja de una comisión, te van a decir que va a ser que no.
Si tu operativa va más dirigida al largo plazo, quizá, además del precio de compra (existen aún brókeres que cobran auténticas barbaridades por comprar y vender títulos), deberías miras lo que te cobran por administración y custodia de valores (a veces con cobro trimestral y otras con cobro semestral). Como todo, esta comisión es negociable e incluso eliminable dependiendo de tu actividad e incluso del volumen de tu cartera.
¿Por qué es importante la comisión de administración?. Es sencillo. Imagina que compras 500 títulos de una sociedad cotizada, que reparte al año 0,20 € de dividendo (100 euros de retorno al año). Y piensa que ese bróker te cobra 10 euros de comisión trimestral por custodia. Te van a cobrar 40 euros al año por tener esos títulos, nada más y nada menos que el 40% de tu rentabilidad en esa compra. Aún en el caso de que fuese menos, la comisión se te comería buena parte de la rentabilidad obtenida. Si la sociedad que tienes en cartera reparte menos de eso (0,20 €/año) y la comisión por custodia permanece fija, imagina el coste en rentabilidad de la inversión...
En cuanto a manejo de plataformas, buscaría algo sencillo, que resuelvas la compra y la venta con una sola pantalla, a lo sumo dos: datos de compra (precio de la compra, número de títulos y una segunda para la clave de confirmación de compra). También miraría cosas "limitativas". Aunque parezca mentira, hay por ahí una plataforma que te pone límite a la negociación en bolsa aunque tengas dinero en la cuenta asociada. Cuando tocas el límite, no puedes operar más hasta que se reinicia al mes siguiente... sin comentarios al respecto de lo que supone eso.
Por lo que respecta al tiempo real, también existen diferencias: unos lo dan de entrada con condiciones a cumplir a futuro (operaciones determinadas a hacer en un periodo de tiempo), otros te lo darán a cambio de pagar periódicamente e incluso, algunos, suscriben alguna de las plataformas de tiempo real de pago existentes y luego hacen operativa con varios brókeres sin utilizar el tiempo real que ofrezcan, sea gratuito con condiciones o de pago.
En el tiempo real, también existen variables como que el bróker te ofrezca profundidad de mercado, compras al tick, posibilidad de guardar tus estudios sobre los gráficos... algunos también cobran lo suyo por ofrecer lo mínimo...
Como todo en el mercado, todo es dedicar un poco de tiempo a estos aspectos que puede parecer que, de entrada, no tienen importancia excesiva pero que, a futuro, cuando uno se foguea, comienzan a verse.
Suerte a todos.
Fuente del pantallazo: Manual práctico de trading y bolsa. Ed. Almuzara 2017
no desaparece lo que muere, desaparece lo que se olvida