¿Nuestra afición a al bolsa puede convertirse en adicción?
¿Nuestra afición a al bolsa puede convertirse en adicción?
Algunas veces me he hecho esta pregunta. En algunas situaciones me he visto yo mismo desbordado por las emociones que invadían mi mente sin saber que hacer ante determinadas situaciones relacionadas con mis inversiones en bolsa, euforias desbocadas, pánicos intensos, acaloramientos, taquicardias, sudores fríos, ansia inversora…
Un día decidí que aquello tenía que acabar porque se podía convertir en un sin vivir que podría acabar con mi salud. A partir de entonces hice un alto en el camino, me despreocupé de mis inversiones en bolsa, y me dediqué a estudiar como funciona esto de la bolsa y porque levanta tantas pasiones.
Pronto me di cuenta que hay dos formas básicas de invertir en bolsa: con el corazón dominado por la pasión o con el pensamiento controlado por la reflexión.
También descubrí que las formas apasionadas de inversión en bolsa se relacionan más con las inversiones a corto plazo que producen fuertes subidas y bajadas de adrenalina, relacionadas con la posibilidad de ganancias o pérdidas inmediatas. En el corto plazo las dinámicas de inversión intradía son ya el colmo de las personas predispuestas a las adicciones.
Si invertimos en bolsa guiados por el pensamiento reflexivo, resulta muy difícil hacerlo con una estrategia centrada en el corto plazo, las inversiones a largo plazo son más susceptibles de ser adaptadas al pensamiento reflexivo.
Con el tiempo me convencí de que mantener la serenidad mental, la calma del espíritu y la salud del cuerpo era más importante que ganar dinero en bolsa. Y me plantee seriamente abandonar para siempre mi afición por la bolsa. Me pregunté si habría una forma de invertir en bolsa que a la vez me permitiera mantener la serenidad, y creo que lo he conseguido. En primer lugar me he decantado por las inversiones a largo plazo que me permiten pensarme las cosas dos veces, por otro lado he abandonado la vana esperanza de hacerme muy rico en bolsa, me he dotado de una estrategia metódica que me permite tomar decisiones de compra y venta en base a referencias claras y concretas, he adoptado el principio de diversificación y me he puesto topes máximos de inversión. Este tipo de inversión en bolsa puede que resulte aburrida para muchos inversores pero a mi me resulta, me permite mantener mi afición por la bolsa sin perder la serenidad.
Esta semana en el País Semanal aparece un artículo “Doctor, soy adicto a la bolsa” que me ha vuelto a hacer pensar sobre el tema, podeis verlo en el siguiente enlace:
http://www.elpais.com/articulo/dinero/inversiones/Doctor/soy/adicto/Bolsa/elpepueconeg/20100418elpnegdin_1/Tes
Vuelvo a plantear la cuestión:
¿Puede nuestra afición a la bolsa convertirse en una insoportable adicción?
Estimados compañeros, espero vuestras opiniones.