Para las ganancias el truco quizá esté en marcarse un precio de salida que sería el precio objetivo en un principio. Otra posibilidad es establecer un nivel de irracionalidad en el precio, por ejemplo, que cotice a un PER de 20 calculado sobre el máximo beneficio alcanzado por la empresa (por ejemplo, en una ciclica sería el beneficio de la parte alta del ciclo). Yo además soy de la opinión de que no siempre hay por qué vender. Y es que, aunque no son muchas, hay empresas donde merece la pena estar toda la vida invertidos.
Huelga decir que todo esto es válido mientras uno considera la legitimidad de la inversión es decir mientras considera que la empresa está yendo por el camino previsto. Unos malos resultados, una compra apalancada, un incumplimiento de objetivos o simplemente unas malas perspectivas sobre la economia que invaliden tu análisis ya son motivo de venta, aunque palmes pasta